Sonrisa en aroma de hojaldre

A S.M.

Dona perfume el bollo en media luna, 

todo el vagón de hojaldre se atolondra.

La delicia exquisita y aromada

transporta la memoria a mí niñez.

La gana desmayada se impacienta, 

ata un nudo el estómago en mi boca,

me levanto a por algo que me sacie,

ando como si fuera el tren andén.

Aquello que ofreciste no tomé,

vago ahora famélico por él.

Amable y con sonrisa candorosa

dobla mi apuesta bella donosura.

Terrible timidez de no saber

grácil amanecida capturar.

Tan correcta y simpática en tu afán

dejas tan fina huella en esta piel.

La cuenta atrás

<a href="http://www.foto-gratis.es">Foto Gratis</a>

Empieza la cuenta atrás

del reloj ya puesto en hora

(en sus manijas se atisba

el caro destino).

Rítmicos se reiteran los segundos.

Traza el camino ansiado el minutero

de adioses agitando los pañuelos.

Muy despacio comienzan ya mis pasos 

a levantar el polvo en nueva senda

dejando a mis espaldas tantos años.

Años que se marcharon igual que un suspiro.

 

Cada tarde que se acorta

Imagen de svstudioart en Freepik

Despierto del letargo al mediodía,

se levanta la memoria resarcida.

Ella recuerda los nombres que olvida

el sueño que repara cada día.

Mi mano infértil asida a la taza

me ofrenda un frío café en mi morada.

Escribo en víspera tan regalada

y voy pintando el verso en esta plaza.

Estrofas que retumban como un eco,

eco que se rebota en la pared,

pared tan cana de enquistada máscara.

Máscara con mirada de muñeco,

muñeco envuelto con tela de red,

red transformada en desgastada cáscara.

Cada noche andando a tu parada

A J.O.

Te vas, al acabar, a la parada
dejando atrás la aceda melodía 
que te hubo preparado el mediodía,
para nueva jornada programada.

Con urgencia rebuscas en tus cosas
acabando encontrando lo buscado
(lo que te había el día ya guardado,
guardado sin maneras primorosas).

Es igual que un tupido prado verde
el que demora tu regreso a casa,

esa demora avanza los relojes.

Deja que en estos versos te recuerde 
que, aunque tarde, la guagua siempre pasa;
si falla un día, amiga, no te enojes.

 

 

 

El último tren (Alauda)

Fotografía: https://www.madrid24horas.com/

                                                  

Raíl análogo en forjado acero

deslizándose trenes y tranvías.

De sangre y víscera es la mercancía...

Andenes

Fotografía: change.org

Andenes donde las almas esperan,

donde trasegamos los mortales 

y ponemos en hora los relojes.

Andenes que calculan nuestra huella.

Logrado algoritmo que cruza los trenes

llegando el ansiado destino.

Andenes de iguales máscaras

o nuevos bustos viajantes.

Andenes cruzando miradas

o un verbo amable.

Busca cada cual poder sentarse.

Andenes donde se aviene y sonríe

la etrusca efigie,

donde corren infantes

y se esconde el pensamiento.

Andenes con mecánica escalera 

igual que un motor perpetuo,

donde se junta el codo con el codo

y jugamos a las sillas,

o estatuas somos

fisgando asidas el hueco.

Tramperos aguaitando un triste asiento.

Andenes con pericia en lentitudes,

dilatando demoras y calmando premuras

en mochilas y ruedas de maletas.

Andenes que se erigen 

en lugar de paso, 

o puesto fronterizo,

donde el garrulo busca hacer su agosto 

y las mocedades se pavonean 

con el exceso de la eterna salvedad.

La máscara y las verdades

"https://www.freepik.es/foto-gratis/dos-tipos-diferentes-elegante-mascara-veneciana-lentejuelas-sobre-fondo-oscuro_3858539.htm#page=2&query=m%C3%A1scaras&position=1&from_view=keyword&track=ais_hybrid&uuid=3fa1a875-b58f-45d6-9523-401436c1e5ad">Imagen de freepik</a>

La máscara cubre la faz,

plena sus huecas cuencas 

de eterna noche

con mirada perdida sin confín.

Horizonte cercano, tan tangible,

cómo luz regalada por estrellas.

Estrellas ornan a la luna llena.

Enclaustrados vivimos en la bóveda,

en sueño de existencias,

míseras y grandiosas,

de muertos tiempos,

de acción y de pereza.

Con tiempo que dibujan los relojes,

horarios que imponemos

la noche mezclan con el día.

Ora leales, ora desertores,

todo deseo y la realidad

compendian la verdad;

muchas son las verdades.

Verdades sin ser la verdad,

es la verdad una mentira.

Verdad que alguien olvida

en un rincón de la memoria.

Cercanía buscada

para hacernos compañía;

soledad, lejanía que acompaña.

Poco gusta la soledad,

excepto a mí,

introverso y misántropo las más,

converso con los peces, con las aves,

con árboles e incluso converso con gente.

Gente que casi nunca aporta nada

nadando y guardando su ropa.

Te he fallado

<a href="http://www.foto-gratis.es">Foto Gratis</a>

Sé que te he fallado.

La confianza la he hecho trizas.

He lanzado los afectos

en un pozo sin fondo, el del olvido.

He quebrado la amistad 

igual que el tallo que pende

y baila en hilo fino muy tronchado.

Los amaneceres se han acabado

(y sus sonrisas), con el gesto humilde 

del favonio pintando de colores el alma.

Se ha ido el véspero y no traerá

el fin de la calima que lagrima

las sienes y que ahoga.

Se ha escondido la noche.

Y la luna y las estrellas

ahora son un lejano recuerdo 

que el tiempo difumina.

Olvido devendrán, papel en blanco.

La amable amanecida se esfumó

con su aura suave que era un bálsamo

curando heridas de un eterno día.

Sin lucífero lucero 

ni fanal dando luz a la huera acera, 

ni farol aluzando mi camino

(paso trazando una senda

muy cierta).

Tiene solo un dolor mi aceda umbría:

Sinceramente, te he fallado.

Prímula (Alauda)

Prímula naciendo en primavera

bella y tan perfecta,

igual que un arcoíris

regalando sus colores...

Somos almas que arrastran un cadáver

<<No eres más que una pobre alma,

que arrastra un cadáver>>. Epicteto

Somos almas que arrastran un cadáver,

seroja parda de acanto y agripalma,

la materia que a diario se transforma,

la conciencia que nadie se la enjalma.

Pan y sosiego ansía la persona, 

nada nos vale más que estar en calma

y los pasos que cavan nuestra tumba

allí pretenden arrojar la salma.

A la herida y desdicha de la vida 

siempre el rigor y la razón ensalma,

ignaros a la suerte nos confiamos.

Obvia verdad que a la vida se empalma

(verdad que duele, de la vera muerte

como fin). Es destino nuestra jalma.

La brisa de la madrugada

Imagen de macrovector en Freepik/composicion-nieve-remolinos-viento-realista-fondo-transparente-oscuro-vista-soplo-aire-ilustracion-vector-copos-nieve

Agradecidos mis pasos 

caminan pausados buscando 

los plataneros que aquí rememoran

mi niñez con su altivez.

Da la vuelta la brisa, en su caricia, 

a la memoria de ardentía del estío.

Ardentía que impide el dulce olvido

(de los nombres), 

desesperándose Morfeo.

Se difumina el recuerdo 

del sudor en la espalda

(caía también en la sien 

la lágrima que incita la calima).

Brisa batiendo tan dulce los pies,

el semblante, el alma y el día.

Vencida tile por la luna llena, 

tan nívea toca su luz la ventana.

De ansiada calma se amanta el reposo.

Brilla la luna llena y le regala 

su reflejo de Sol a mi vista.

En mis ojos se traza la imagen 

de quién durmiendo sueña con estrellas.

Caminos

 

Foto de Juan Segmentado : https://www.pexels.com/es-es/foto/paisaje-montanas-arena-arboles-22696502/

Caminos de piedra, de polvo,

igual que un humazón que se levanta,

como nube que se iza

y se posa borrando las huellas.

Camino cruzando cumbo

con veredas, con trochas, con pasiles, 

con los pasos del pasado, del ayer

y del presente en marcha al porvenir.

Caminos llevando al fatum,

al parado final del largo olvido 

de todo aquello transitado allá

y es sombra de recuerdos.

Lleno camino de Sol y de astros,

aluzado de Luna o certidumbre, 

de traspellado manto de la noche,

de disuelta memoria o desleído terrón.

Una despedida

 

Una despedida no querida, no deseada,

pero una despedida necesaria.

Ante la aprensión de la fantasía,

preservo la facultad de pensar,

de hacer lo correcto

para mi y para ti.

Ante la fuerza inclemente de los elementos

se erige firme el platanero,

tan sencillo y tan completo.

Ante la vorágine del sentimiento,

del deseo, se erige la verdad,

la que duele o la que sana,

la que da luz

o nos presenta la realidad de la tiniebla.

Sin más,

sin menos, 

sin nada

(mis bolsillos llenos de nada),

seguimos nuestro camino

(camino opuesto),

cada cual con el Sol de cara o de espalda,

sin más,

sin menos, con todo

o con nada. 

En mi corazón y en mi memoria

te llevo

sabiendo

que esto no importa nada.

Importa la lealtad. 

Tan cruel silencio

<a href="http://www.foto-gratis.es">Foto Gratis</a>

Cada vez que te insistía

clamaba tan cruel silencio

y mi alma por ti moría.

cada vez que te insistía.

Lo mucho que yo quería

y tanto te reverencio,

cada vez que te insistía

clamaba tan cruel silencio.

Ajeno

"http://www.foto-gratis.es">Foto Gratis</a>

Mirando tanto a lo lejos 

yo pronto perdí mi vista,

haciendo vanos cortejos

mirando tanto a lo lejos.

Ajeno a muchos consejos

apelando a que no insista.

Mirando tanto a lo lejos

yo pronto perdí mi vista.

El caminante del Cielo

photo credit: mmarftrejo via photopin cc




Es lo contrario el camino al destino.

A conciencia prepara el caminante

lo imperioso que le lleve adelante.

Nada atrás dejará sin olvidar,

nunca a nadie de menos irá echando.

El Cielo, senda de lento trayecto,

a cualquiera en ese largo proyecto

le obsequiará ameritado gozar.

Andar la senda vera (Alauda)

https://www.freepik.es/foto-gratis/orilla-playa-arboles-verdes-cielo-azul_8151717

Desnudándose libre mi alma entera

tus pétalos deshoja en la corola.

En mi mejilla el roso se arrebola

confiado sin saber lo que me espera...

La vuelta a la rueda

https://www.freepik.es/foto-gratis/textura-grunge-naranja

Hoy se estirará la noche

expulsando infames ecos.

Se teñirá de púrpura

la luna y las estrellas se irán.

Hoy volveré a subir escalones

que no llevan al Cielo.

Ni cantaré alabanzas,

ni gracias por tantas dichas.

Hoy volverá ese infierno

que tanto las sienes golpea.

Se secarán mis labios

y temblará la tierra bajo mis pies.

Hoy, al acabar el día,

volveré al averno cruel,

al reloj descompasado.

Perderé la vida en helado hálito.

Ni una despedida

Fotografía de Nuria Vivancos 

La luz calmó la tarde 

cayendo firme el manto de la noche.

Se esfumaron recuerdos en el austro

alumbrando calor y solanera.

La mañana y su brisa cariñosa 

es remembranza que venció al inquieto 

sueño y al tardío olvido.

Vuelvo ya al paso firme 

para alejar de mi la melodía 

que al insondable abismo me arrastraba,

me alejé del trayecto y mi destino

(perdonado el abrazo regalado

y verbo amable que veló mi vista).

Tu nombre es un abrigo que en estío 

tornó en invierno mi ánimo encostrado.

Me engañé en un aroma de sonrisas.

Hielo será y sonrisa mi sordera 

regalando el silencio en mi mirada.

De largo pasaré sin conocerte

olvidando sincero yo tu nombre

guardando cauteloso mis abrazos.

Será eco huero el verbo, 

verso en blanco arrugado.

Recuerdos (Las Crisolejas)

El limonero anclado en fértil tierra.

Demorosa tortuga andando el monte.

Donde se va acabando el horizonte

las Crisolejas señalan la Sierra.

De aromáticos grises de las rocas

alienta el céfiro cualquier sentido.

De ese vergel, oasis tan florido,

agrias dichas de frutal no son pocas.

La Majada con tantas cortesías,

nada iguala la cosa más placida.

Tardecer de color y contraluces.

Inocencias con sueños y alegrías.

Tristezas regalándonos la vida.

¡Que bonitos los días y sus luces!

Roso Almazarrón (Alauda)

(A mí primo Blas Vera Vivancos y demás familia mazarronera)




Tintada veta en roso de la almagra

(poblando en sangre la mina la tierra),

a bella estampa la vista se aferra...

Un pasito para un camino.

Fotografía de Nuria Vivancos

(A mí sobrina María, por las experiencias 

compartidas en nuestras sendas y caminos)

Te he dado 

un pedacito de mi

y no lo has querido.

No hay queja ni reproche.

Solo una sonrisa.

No hay cinismo.

Algo que no doy 

a nadie. 

A ti lo di

porque he querido.

Algo que no doy

y no has querido.

Sin reloj en hora 

los tiempos son bofetadas, 

son malentendidos.

Es la realidad que tanto abruma

poniendo piedras en el camino.

Un pedacito de mí,

de algo no tan escondido.

Un poquito de mi 

dando un pasito.

Nunca habrá,

dibujando de colores un destino,

una senda, un camino.

Algo que no doy,

solo a ti di

y a ti solo digo.

Son de ámbar

 (A Macarena, aquella tarde en Madrid)

Con prisa, 

y sin prisa, 

caminabas a mi lado 

para acabar colgando, 

de chartreuse,

la pulsera y sentarnos.

Mostraba tu verbo el ámbar

seduciendo sensual el verde oliva, 

arrobando el bisoño verbo el alma.

Aprendida palabra en un curso

sin pinceles ni acuarelas, 

formada en replicar

cañas que se lanzan 

para alimentar con peces

buches de marfil y de caoba.

Tu abecé, tu magisterio,

de sol a sombra

en verdes valles,

entre dunas, 

me insistía 

serte fiel.

Amansaste al Rey León 

con el ámbar de tus lunas.

Del atardecer que se hizo sombra

Último suspiro.

El aire desahogaba mis pulmones
de las letras, las palabras, de los sueños
estériles, de la música de tus pasos.

En el ocaso sin notas que se acompasaran
a las huellas de tu senda,

la negación rotunda

esculpía la tumba de sombras.

Fuera, silbaba la cardelina.

Atlántida

photo credit: La Atlántida via photopin (license)



Navega la leyenda de Solón
en un ignoto mar adonde nunca,
nunca arribó la luz de nuestros ojos.

Un sumergido océano en memoria
olvidada por hombres,
labrada y cincelada en cada leyenda o mito.

No se ubica el lugar
donde los restos hallar de vidas antiguas.
Hundido paradigma del origen
inconsciente común que está escondido.

Deambulan recuerdos del ayer,
de originales sabios,
igual que ensoñaciones
dentro de un sueño eterno.

Un hogar, un abismo, de incontable riqueza.
En el aquí y el ahora,
en el ayer y el porvenir, se abreza
nuestra memoria en hallarla con impaciencia.

Atlántida, patria y heredad
escondida a la vista
de nosotros mortales.
Ardua es su busca y estéril,
estéril retorno al eterno femenino.

 

 

 

Poemas de las ausencias

photo credit: Puntas de colores via photopin (license)

(Marchitada la flor está

en tu regazo. En mi mano

llevo lapiceros de colores).

Tan lejos

Más allá de esta cárcel

brolla el agua en tu fuente.

No son tus labios 

los que sacian mi sed.

El Peregrino encontró 

entre tus brazos un templo.

Sibilante

Silbas ausente

 

                    melodías.

Si en ti pienso

Melancolía del recuerdo.

Olvido hasta tu nombre.

Conclusión

La bilis regurgitada

ha salido del alma.

Nunca tendrá la Primavera

sobrados abrevaderos 

donde saciar nuestra estulticia.

La rueda

photo credit: oriol04 via photopin cc

La mala conciencia

es excusa pueril.

No me afecta.

Quedaron atrás los abriles

sin indulgencia 

con el que hace milagros.

No hay condescendencia

con el que sube sin subir,

con el que habla sin dialogar,

con el que alienta al navegante,

con el que tira por la borda mi paciencia.

Si vuelan, no se estrellen.

No les deseo mal.

Mis ojos son indiferencia cruel.

Silencio, esquivez, 

sonrisa encendida o apagada.

Mueca.

A veces fiamos al impostor.

Cada elección es otra rueda

dando vueltas.

¿Quién ensalma heridas nunca abiertas?

La rendición

 

https://www.freepik.es/foto-gratis/triste-mujer-sacando-anillo-bodas_8145504.htm">Imagen de freepik</a>

Diezman batallas 

        (que no se ganan),

                a vencidos y vencedores.
                            

                        Con saña, con sal. 

                                        Sudor que hiela.

Anuncian las trompetas de la paz

                    la morada que no tendrá fin.

                Se elevan plegarias sin sed de Dios,

                                sin su nombre 

                    

                           (sin espada victoriosa),

                            desde el yugo del vencido.