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Alauda

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27 julio 2024

Desdén




Gentileza de anuncio.

Spot publicitario
que vende la sonrisa
como un reclamo.

Sardónico garbo.

Polvo de picapica 
crujiente en el paladar
haciendo cosquillas.

Finura de irónico desdén.

Cancela mi ímpetu 
de adquirir un mejor televisor,
sin mando a distancia.

Evita mis bolsillos.

Bolsillos llenos. 

Llenos de nada.


09 julio 2024

Un Sol que se apaga

 

Imagen de wirestock en Freepik</a>



Soy un Sol extinto 

sin lugar ni parte que fenece.

Mustio, ajado astro, 


Sol muerto, óbice, traba, 

restos de cenizas.

Exánime carbón tan derretido.


Soy un vil horizonte que se apaga

(no se acuesta la negra noche

sin estrellas ni destino).


Busco esconderme,

Rey etéreo, en el ático de dioses

protegido en asilo, postergado,

pintando los colores del tiempo los adioses

a los antiguos rayos donde cálidos 

—vientre tan pretérito—

germinaba la semilla de la vida.


Se alarga la amarga negrura

elástica que nunca se encoge;

tensa cada hálito 

en un ardiente fuego.


La amarga negrura se alarga

en humo vivo naciente, en vapor, 

de las ascuas de un incendio.


Sin almíbar, sin la dulce ambrosía

que la Luna llena esconde en su guarida.


Despojado del verbo, de la amable mirada

que a otro astro nuevo dedica.

Luna llena de banquete y caricias ajenas.


No hay altar ni nicho,

no hay lápida ni mausoleo,

siquiera hay donde caerse muerto.


Solo albergo el triste consuelo

del fenecido. Ser presa del fuego 

y arder en este infierno.



17 junio 2024

La ceguera que se impone



Foto de Monicaaaaa aaa: https://www.pexels.com/es-es/foto/mujer-romantico-curva-curvar-7218408/



Nunca la mar engaña al marinero.
Calma o brava es sincera.

La ola no miente.
Cuando envuelve con su húmedo abrazo es persistente.

Ni el remolino se atreve a no enunciar
esa dura verdad cuando te engulle
arrastrándote al frenesí, 
al incierto azar.

Solo los osados saben tergiversar 
las palabras omitiendo el detalle,
con el ánimo de enterrar
la ajena verdad.

El cobarde no escucha
lo que no entiende,
lo que resulta insoportable de admitir
y nublando el sentido le lleva a ser Narciso.

Torre alta es donde 
vemos a los demás 
desde la cúspide de nuestro cielo,
subidos en una nube 
donde no brilla la generosidad
y donde los sentimientos 
se imponen a la dura realidad 
vasta, de acero, lesa, extraña, 
que nos levanta de ese suelo donde 
se confunde lealtad con lo eterno, 
lo inmutable, con el rechazo, 
y donde la mentira vence a Dios 
e impone el infierno, 
la oquedad, 
ese destierro que cancela.

Cada cual con su verdad absoluta,
cada capa se hace un armado sayo,
cada cual es cada cual y los demás 
que los parta un rayo. Y el Sol
sale para quien cierra filas sin dudar 
ni dar la oportunidad 
a quien se atraganta, 
o no entiende el remolino que le engulle 
en ese mar no buscado y sí encontrado.

La venda en los ojos, 
el amor incondicional mal entendido, 
que ni entiende ni es amor,
es solo obcecación, 
ceguera y condición condicionada 
por la tiniebla de la decepción 
infame.

La verdad no es absoluta, 
solo lo es Dios, 
y los narcisos son niños grandes, 
transductores viciados, 
interesados cronistas, 
que no ven más allá 
con esa insana 
necesidad de esparcir la deyección 
y solo comulgan con ruedas de molino.

Mi verdad es la verdad,
la tuya guárdatela.


 

12 octubre 2016

Sistémico








Lene e inmaterial es el veneno de la insana vesania
deslizado en mil ideas, delineando la furia en una vasta 
línea de fatalidad que percibe iglesias en la cúspide del cielo.

Sacrílegos juntan las palmas y el verbo expele un salmo íntimo. 
Ahoga la falsa ventura anunciada por el lóbrego ángel de la noche.
El Cielo, in illo témpore, trazó falsos astros 
y rugieron gañidos los númenes.

Si Berkeley resucitara elevaría un altar ideal y empírico
donde tapar piadosamente, con flores marchitas, la oquedad
de cada mechón, con aritmética y álgebra, trasplantado
igual que el jardinero diligente  
ordena en las macetas finitos cepellones.

Es lo que tiene cultivar la puna. 
Hay espíritus que son puro barbecho.


31 julio 2015

El barro en los pies

photo credit: mitos via photopin (license)


(Poema inspirado en Pies en el Barro de Juan Cabezuelo)




Polvo somos buscado, 
nos convertimos en polvo,
en polvo descubierto 
antes que nazca y en cualquier portal 
barro obtenido, polvo 
en cualquier recodo enamorado,
en cualquier barra, 
en cualquier cita.

Somos cenizas 
sobre cenizas, 
como el Mayor Tom 
de vuelta de la ciénaga 
de la heroína 
quien alucina en su propio fango.

Nos moldeamos en arcilla 
para acabar siendo 
comida para gusanos 
o reliquia en el nicho.

Polvazo, polvareda, 
polvo menudo de talco perfuma
las heces que dejamos tirando la cadena.

Expiamos la culpa, 
se atraganta el último trago.

Somos barro que se reencarna 
en polvo de estrellas,
en el arrobamiento perpetuo
enajenados estamos de barro 
de la cabeza a los pies
provocando cataclismos, 
poniendo nuestro retrato
bocabajo quemados 
en dulce vino ensimismado,
tirando cubos de heces 
desde nuestra torre de marfil
a los viandantes.
 
Somos Segismundo 
creando estercoleros
de karma que embadurna 
las calles cerrando el círculo.

Somos Onán 
llenos de légamo 
eyaculando los gritos
y nos tragamos la ciénaga de los silencios 
masturbados y sin flema.

Nos gusta complacernos 
pisando charcos,
pisando pies, 
dejando huellas de deyección
y mascando el tabaco de las buenas acciones.

Somos peores que canes,
ellos dejan meadas y se marchan.

Plantamos el rosal con hez hedionda, 
sacudimos el barro en nuestros pies.



                Julio 2015-Octubre 2024








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