No ando de prestado,
miro al frente para no avistar tu flaco flanco;
evito tropezar y caer a tu lado.
Y si lo viera venir,
nunca yo daría pábulo
a señales y signos escritos
en las palmas de tus manos.
Foto de Pixabay: https://www.pexels.com/es-es/foto/mujer-recostada-sobre-un-arbol-cerca-de-awter-267684/
Una despedida no querida, no deseada,
pero una despedida necesaria.
Ante la aprensión de la fantasía,
preservo la facultad de pensar,
de hacer lo correcto
para mi y para ti.
Ante la fuerza inclemente de los elementos
se erige firme el platanero,
tan sencillo y tan completo.
Ante la vorágine del sentimiento,
del deseo, se erige la verdad,
la que duele o la que sana,
la que da luz
o nos presenta la realidad de la tiniebla.
Sin más,
sin menos,
sin nada
(mis bolsillos llenos de nada),
seguimos nuestro camino
(camino opuesto),
cada cual con el Sol de cara o de espalda,
sin más,
sin menos, con todo
o con nada.
En mi corazón y en mi memoria
te llevo
sabiendo
que esto no importa nada.
Importa la lealtad.
Fotografía de Nuria Vivancos
La luz calmó la tarde
al caer la bruma de la noche.
Se esfumaron recuerdos con el viento del sur
alumbrando calor y solanera.
La mañana y su brisa cariñosa
es remembranza que venció al inquieto
sueño y al tardío olvido.
Así vuelvo al paso firme
para alejar de mi la melodía
que al insondable abismo me arrastraba
y me alejaba del trayecto y mi destino
perdonando cada abrazo regalado
y tuyo el verbo amable
que veló mi vista.
Es tu verbo un abrigo que en estío
tornó en invierno mi ánimo encostrado.
y me engañaba en un aroma de sonrisas.
Hielo serán mi sonrisa y mi sordera
regalando el silencio en mi mirada.
De largo pasaré sin conocerte
olvidando sincero yo tu nombre
guardando cauteloso mis abrazos.
Foto de djovan en Pixnio Es agotador amar, amar a la persona equivocada con la lluvia cayéndose sobre las lágrimas de Hiblis. Es agotado...