Fotografía de Nuria Vivancos
La luz calmó la tarde
al caer la bruma de la noche.
Se esfumaron recuerdos con el viento del sur
alumbrando calor y solanera.
La mañana y su brisa cariñosa
es remembranza que venció al inquieto
sueño y al tardío olvido.
Así vuelvo al paso firme
para alejar de mi la melodía
que al insondable abismo me arrastraba
y me alejaba del trayecto y mi destino
perdonando cada abrazo regalado
y tuyo el verbo amable
que veló mi vista.
Es tu verbo un abrigo que en estío
tornó en invierno mi ánimo encostrado.
y me engañaba en un aroma de sonrisas.
Hielo serán mi sonrisa y mi sordera
regalando el silencio en mi mirada.
De largo pasaré sin conocerte
olvidando sincero yo tu nombre
guardando cauteloso mis abrazos.

Buen trabajo
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario.
Eliminar