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Alauda

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12 julio 2024

Aroma de Fe y Esperanza






Ilumina la luna tu prestancia,
da Selene su alabanza.
Aun su luz que engalana tu semblante,
alejas toda esperanza.

En la noche ahogada en tu sonrisa
durmieron las nubes del cielo,
de donde vienes no hay ni se verá alegría.
Rasga allí la noche su velo.

En el hoy de la senda que transitas
quedará, con el paso de tus huellas,
ese molde sutil y delicado.

Tu destino abrirá exquisitamente
un camino de rosas amapolas
y fragantes celindas con su aroma.


22 junio 2024

Fe en ti















Foto de julie aagaard en Pexels


Si la fe montañas mueve
vencer esta noche espero,
bruna nieve
del que soy su prisionero

Me conmueve
la incerteza que refiero.
La fe que ansío me eleve
pido del Alba al Lucero.

La fe en ti es dulce aguanieve,
fe que quiero,
quitando de mi este leve
desespero.




Sin esperanza

Foto de Ryutaro Tsukata: https://www.pexels.com/es-es/foto/ligero-hombre-cigarrillo-efecto-desenfocado-5746216/




Evitando la afasia que dedicas
confieso que no deseo esperar
lo entonces señalado y aún indicas.
¿Por qué esperar lo que se ha de cerrar?

Sin meta ni partida, sola abdicas
de esta nada cansada de contar 
los tristes días y ya no claudicas.
Sin fe en mí no hay nada por qué luchar.



06 mayo 2015

Del barro del costillar


photo credit: La Creación de Adán via photopin (license)






Cambiaste la visita a mi Panteón, decidida, 
por flores rozagantes, perfumadas, 
amarillas como el sol. Los cuadros del recuerdo 
yacen pegados a las frías losas, 
por los siglos de los siglos.

Buscaste ancestros
entre rejas de la tierra, 
cemento de los nichos, 
sin claveles ni menciones. 
Vacíos panegíricos 
bordean largos cipreses 
y soterrados ataúdes, 
por los siglos de los siglos.

Cambiaste mi fiel deseo 
de seguirte, de encontrarte en silencio 
y adivinando efigies, 
por inmaculados mármoles 
que dibujan tu silueta, 
a tu sed de saber.

Mar agitada en atolones 
de amargura que emponzoña 
sin melodía, 
cambiaste el oleaje 
por el ágape en silencios: 
la última cena sin doce discípulos. 
Ni Ángel ni Miguel Ángel 
pintarán las Sibilas 
ni el lienzo del deseo en tus entrañas.

Cambiaste aquello por la amelga. 
Simientes esparcidas germinaron 
del estiércol un ángel nacarado, 
presto a tus atenciones en turbio pentagrama.

Cambiaste mi unción. 
Con óleo de mis dedos 
te acaricio poesías 
que escapan de mi alma 
al añil (huero cielo). 
Verso como un canalla 
desde mis adentros 
(honda gruta disolviendo ecos).

Cambiaste el libro de rojo hilo. 
La muda Eva invoca con la mirada 
rayos, truenos, la lluvia, 
y silencios de costillar. 
El canto del profundo se pinta 
con rayitas de desprecio, 
ahogando lises en gotas de ponzoña.

Cambiaste a Adán por una rosaleda con espinas.

Del barro del costillar, la rosa sin espinas germina.








03 mayo 2015

Mi fe en ti



photo credit: Red Venus via photopin (license)




No tengo fe en ti
aunque creas primaveras,
multipliques los peces en tus dedos 
que son redes,
aunque transmutes en vino el agua 
donde se ahogan 
súplicas que depreco ante tu altar,
altar que hago en cada salmo 
de tu frente.

No tengo fe en ti,
aunque doblas el pañuelo
que empapas  
en jazmín y seas brisa
meciendo la amapola.

No tengo fe en ti
cuando mis oraciones reverberan 
como un eco en la pared
y no me escuchas
adorándote en silencio,
y cumplo penitencia alejándome de ti,
igual que un cometa 
que no logró chocar con un planeta.

No tengo fe en ti,
aunque en las olas camines, envuelta
cual empapada Venus 
en la espuma del deseo,
cada amanecer mirando
el espejo que te habla.

No tengo fe en ti,
aunque arranque
los papiros de mi piel,
aunque recite la luna llena,
aunque bautice el estanque
con la sangre de los justos
y mis entrañas te hagan una ofrenda.

No creo en ti
porque conviertes
mariposas en ósculos
volando a ninguna parte.

No creo en ti,
aunque me hables ardiendo
con la tabla de la ley.

No tengo fe
en tu desierto,
ni en tu festín de oasis
de santas intenciones,
de relojes sin cuerda
que detienen el tiempo
que nos separa,
aun obrando el milagro
que delinea la sonrisa
en cada mueca de mi santa faz.

Mi santa faz escupe 
lágrimas de negras tintas 
ascendiendo a tus infiernos.

No tengo fe en ti 
aunque se abra el firmamento, 
o acaricies mi tormento
con legado testamento tan apócrifo
a mi otorgado.

Aún quiero,
créeme, lo imploro,
fe tener en ti
cuando mesas tu cabello
arrancando la maleza
(aunque sea un momento),
que ha anegado tu jardín,
aunque escapes como el viento
para que nada me lleve a ti.



            Mayo 2015-Octubre 2024







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