(A mí sobrina María, por las experiencias
compartidas en nuestras sendas y caminos)
un pedacito de mi
y no lo has querido.
No hay queja ni reproche.
Solo una sonrisa.
No hay cinismo.
Algo que no doy
a nadie.
A tí lo di
porque he querido.
Algo que no doy
y no has querido.
Sin reloj en hora
los tiempos son bofetadas,
son malentendidos.
Es la realidad que tanto abruma
poniendo piedras en el camino.
Un pedacito de mí,
de algo no tan escondido.
Un poquito de mi
dando un pasito.
Nunca habrá,
dibujando de colores un destino,
una senda, un camino.
Algo que no doy,
solo a ti di
y a ti solo digo.
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