<iframe
src="https://assets.pinterest.com/ext/embed.html?id=800796377482487373"
height="328" width="345" frameborder="0" scrolling="no"
></iframe>
Es auténtico y genuino, lícito,
que nuestras prioridades no se correspondan,
que hayan diferentes caminos.
Es legítimo, y no por leyes,
que no se coincida en lo mismo,
que incluso a quien se aprecia
no se le tenga en cuenta;
es normal que se valore distinto.
Se valora distinto al otro,
no nos importamos lo mismo.
No hay obligación de corresponder,
hacerlo es un desatino.
Lo forzado siempre será un error.
Uno no es preferido, otro sí es prioritario.
Lo correcto es que se separaren los caminos
aunque nos duela el corazón.