Hoy hace cuatro años que falleció una de las más grandes cantantes en habla inglesa. Aquí
dejo una glosa sobre Amy Winehouse que hice para Cajón Desastre en
2011.
WAKE
UP ALONE
Alguien
dijo que con perspectiva las cosas se ven de otra manera muy
diferente, así pues una vez que ha transcurrido un verano entero
para tomar distancias, voy a versar sobre una cantante que se fue
este mes de julio sin que pueda uno llevarse fácilmente por el amor
o el odio, que siempre son la cara de la
misma moneda, sino desde la indiferencia sana y distante poder
invitarles a ustedes a esta humilde glosa de una de las mejores voces
que la música pop nos ha dado.
Amy Winehouse tenía en
su genes un don extraordinario para componer y cantar, ella sola
parecía la versión hebrea de Venus sobre el escenario, y no es
broma, si alguien se molesta en buscar en esa enciclopedia visual y
sonora llamada Youtube podrá comprobar la belleza semítica de la
cantante inglesa cuando, ¡ay!, interpretaba ante el público sus temas
con ese peinado beehive y sus atuendos sencillos y elegantes, y
también dicho sea de paso, versoneaba temas ajenos con sumo gusto y
delicada presencia; pero, claro, alguien con razón podrá objetar que
para gustos colores..., pero como quien escribe aquí soy yo me van
a permitir la licencia de glosar las virtudes de la fenecida aunque
pueda parecerles a ustedes perverso o, como poco, extravagante,
además de confesar que con el tiempo a mí me gusta más una morena
que un millón de rubias, nobody´s perfect.
La Srta Winehouse
(sí su apellido ya nos va dando pistas, si hacemos una traducción
literal del mismo, sobre el personaje), nació en el seno de una
familia judía en la Pérfida Albión. Y no es baladí la cita,
primero porque para quienes gusten de la lectura de Freud reforzará
sus convicciones el fatal desenlace de esta contralto - mezzosoprano - que bordaba la
interpretación del soul, el jazz, incluso el ska; y en segundo lugar
para quienes prefieran a Jung (a mí me seduce más éste que el
primero), verán en la trayectoria de Amy Winehouse arquetipos de
todo tipo sobresaliendo el dionisíaco; a nadie se le escapa que
mucha gente recordará a esta cantante como paradigma, un tanto
forzado, del uso y abuso de sustancias legales e ilegales así como
de cierta propensión al exceso y a la auto destrucción. Pero no nos
quedemos con el traje hipócrita que se le hizo a esta singular
artista por su propensión reiterada al lado oscuro: quienes la
conocieron bien dicen de ella que era generosa y muy simpática,
incluso más que otras estrellas que cubrieron el firmamento de la
fama y las portadas (no solo se pagaba sus vicios sino también los
de los demás en un claro ejercicio socializador y desprendido de lo
etílico y lo heroinómano).
Con solo dos discos
conquistó el aplauso unánime del público y de la crítica, no en
vano consiguió 5 premios Grammys, anteriormente ya había obtenido
un Brit Award por «Back to Black» un disco redondo donde los haya,
y no es coña, no sabría decir cual es mi canción preferida del
mismo pero sí me mojaré y diré que la interpretación de uno de
los temas de esa álbum y que da título a este panegírico, a mí
me tiene encandilado (en youtube lo encontré por casualidad), no
solo por la interpretación del mismo que hacia la finada sino por
la letra tan contundente y sincera que da sentido a esa bonita
canción tan cruda y tan exquisitamente y claramente sentimental. Amy
Winehouse cantaba sobre sí misma, sobre sus borracheras, sus
sentimientos, sus experiencias, su soledad acompañada, sus
colocones, sus salidas nocturnas, sus sueños e intimidades con suma
crudeza que rallaba lo soez y al mismo tiempo lo sublime (la canción
que da título al disco aquí mencionado es buena prueba de
ello).
Desgraciadamente forma ya parte de ese club que ha
venido en llamarse de los 27. Con esa edad también nos dejaron entre
otros: Hendrix, Morrison y Cobain, y con la misma cronología Amy se
despertó sola durmiendo el sueño de los justos víctima de un
ataque al corazón según la autopsia o fruto de sus excesos según
el imaginario colectivo. Amy nos ha dejado el legado de un puñado de
buenas canciones y momentos inolvidables en los escenarios cuando,
borracha y orgullosa, no escondía sus gustos más tóxicos desde esa
pose frágil y sensual que a mí aún me sigue conmoviendo, en una
puesta en escena atractiva y elegante donde lo racial de sus rasgos
conjuntaba a la perfección con una interpretación adusta y soberbia
de sus temas.
...and I Wake Up alone.