en Ignoto y agradable mar
donde nunca arribó
la luz de nuestros ojos.
Sumergido océano
en memoria olvidada de hombres
que laboraron y cincelaron,
en cada leyenda o mito,
un lugar donde ubicar y hallar
restos de vidas antiguas.
Paradigma de un origen
que se hundió en lo más recóndito
de nuestro inconsciente común.
Deambulan recuerdos de antaño,
y los sabios originales,
igual que ensoñaciones
dentro de un eterno sueño.
Un hogar, un abismo,
de inalcanzable riqueza..
En el aquí y el ahora,
en el ayer y lo porvenir,
se abreza nuestra memoria
con impaciencia en hallarla.
Atlántida, patria y heredad
escondida a la vista
de nosotros los mortales.
Ardua es su busca y estéril.
Estéril retorno
al eterno femenino.