Imagen de Hans en Pixabay
Yo no te echo por alto ni de menos
o sin pensar medito sobre ti.
Yo no sé si te pienso o ignoro bajo
la generosa sombra del olmedo
ni en el tranquilo y atónito remanso
de amansado cariz.
Yo no sé si pensarte aún de más
y confieso que poco te recuerdo
como se hace inasible la perdiz
en un hueco agujero
y lleva puesto encima su disfraz;
así me olvido yo de ti.