El desconcierto llevo a todas partes
y tus palabras duras e inflexibles
no llenan mis bolsillos.
Libo aliento del aire
y no regala tu verbo
sin pentagramas ni corcheas
la sonada melodía.
Me miras y no me sonríen tus soles
y me siento el peor de los mortales.
¿Tiene márgenes, agrio amor, tu orilla?
Traigo yo el desconcierto en mis espaldas,
una laude que encorva mis sentidos,
que dobla mi espinazo tan quebrado
sin que entienda la estela que deja tu mirada.
Siempre contigo es la nada
igual que la rígida noche sin luna y sin estrellas.
Un vacío firmamento es el que donas:
lo mucho que es la nada.
¿Fluyen contigo los ríos cadentes y nítidos?
Marce el lirio si nace ceniciento
en polvo sin la limpia luz del Sol,
sin el mimo del aire, sin sentir los caricias
que halagan las abejas.
Se sienten tus palabras como escusas
que pesan como piedras.
Julio 2014-Octubre 2025
