Luna lunera
cascabelera
archipámpano de sombra
a todos nos asombra
tu negra cabellera.
Carmenan las estrellas tu melena
con peines que titilan tus encantos
y cuerdas te sujetan la coleta,
cuerdas de los astros
que te quitan las penas
lanzando dulces lampos.
Luna lunera
cascabelera
archipámpano de sombra
a todos nos asombra
tu bruna cabellera.
Se encrespan nuestros sueños con tu pelo,
Zabila tú eres vientre de azabache de los Cielos,
tus labios iluminan los secretos.
Los astros alucinan con silente magisterio:
lunático te copia el asterismo sin complejo.
Luna lunera
cascabelera
archipámpano de sombra
a todos nos asombra
tu morena cabellera.
Pálida Selene divinal,
diosa enjalbegada de nevasca,
níveo arenal
con cal argamasada,
tintada de blanco rosal.
Luna lunera
cascabelera
archipámpano de sombra
a todos nos asombra
tu oscura cabellera.
Tu canto de sirena a todo mal espanta,
aquel que se alza con siniestro pie
tristísimo y contrecho se relaja
al verte luna llena sin pinrel
—te piensa pobrecita y desgraciada—.
Luna lunera
cascabelera
archipámpano de sombra
a todos nos asombra
tu atezada cabellera.