Sonriente mujer hipster estudiante con mochila de vacaciones fotofrafía de alexvolot en Freepik
Por mucho que quiera alcanzar
con mis manos el cielo,
por más que estire yo mis brazos,
no llego a tocar el azul
con ese algodón ceniciento
que flota solitario movido por el viento.
Por mucho que lo intente
la venda puesta está en los ojos.
Es escapar de la realidad,
es permanecer en un larguísimo sueño
del que nunca se sale aun estando despierto.
Es recrearse en esa nada
que se envolvió en un negro velo.
Soñar es fácil, es sencillo,
dormidos o despiertos.
Nunca, nunca, soñar valdrá la pena;
es la evidencia dueña de lo cierto.