Hoy
el cielo es
un negro
velo igual que un luto
velo igual que un luto
atezado
por la pena.
Hoy
mis ojos
se
alegran de
no verte
dibujándose una
sonrisa
en
mis labios.
Hoy
las primeras nubes
me saludan
como
algodones de
color de nieve:
el
horizonte en
mi frente se despeja.
Se
despiertan los
gorriones,
desayunan las
palomas aire
mientras
cuentan las
horas
de
los relojes los punteros.
Rozan con sus bordes las esquinas
un
mar de brisas contagiando con
su paz
las
manos que se
entrelazan,
aprietan
de colores nudillos anudados
quienes
se acompañan buscando
esconderse
entre
sábanas y
almohadones.
Son
sutiles, apasionados, desesperados, insaciables
los
besos cantando mudas
canciones sin
firmamento.
Son
cabellos que
se mesan con
las caricias que
se enredan
caracoleándose los
dedos. Son
las manos con
fiebre
de
moldear los
cuerpos que
se atraen
igual que opuestos polos de un imán.
igual que opuestos polos de un imán.
Hoy
hay nubes en
el firmamento, hoy
los amantes
son
jilgueros.
Hoy
tus pies rozan
la piel
y se agrietan los extremos cuando la palma
y se agrietan los extremos cuando la palma
posa
sus líneas en
tu cadera y
un suspiro
se
escapa mientras
buscan los
cuerpos
más allá del
Cielo subir.