10 julio 2014

TALLOS VERDES


photo credit: Jackie TL via photopin cc


Como tallos verdes,
como mordisquitos de hormigas,
como seda que roza
la piel como nubes
el firmamento,
son tus besos
tan pequeños
como pidiendo permiso,
tan frágiles
tan excelsos,
tan tiernos.

Como se aprietan
a la tierra
excavando bajo el suelo
tan astutos,
tan traviesos
moviéndose al son de la brisa
mirando atardeceres
que se esconden
y así van creciendo.

Interrumpes mi descanso
con tu sonrisa
de oreja a oreja
y con desgana me despierto,
y te miro,
te observo,
te bendigo casi maldiciendo
y cedo
a tus brincos
en la cama,
parece que se te lleva el viento,
y el diablo sale de mis huesos
abriendo mis ojos
los poros de la piel
y con abrazos te deshueso.

Tintinean los abriles,
los martes con los jueves,
apretando fuerte o casi suave
acariciando en la arena
olas,
espumas y saliva,
los dientes y los labios,
y así va pasando el tiempo.

Me abrazas y me duermo.

Como hormiguitas
tus mordiscos
son la antesala
del deseo.

Subes y bajas,
te mueves y te paras
cayendo desde el Cielo,
mientras planto más adentro
los tallos verdes
que germinan de marzo a febrero.

Ni hay lunes ni días,
ni Sol que luzca en este entierro
que va alimentando
el rico estiércol.

Donde había hambre
queda después
de los banquetes
los mordidos restos,
y como mármoles
caemos en un tenue sueño.

Ahora soy yo
quien te despierto.