Llegan los señores de azul
con la noche escondidos
entre sombras.
Llegan para llevarte lejos
sacando desde dentro contigo los días,
los
años que han pasado
como
un fugaz pensamiento,
como
una salva de aire helado,
como
un fino corte que rasga la piel.
Llegan
avisando
sin tiempo para
recoger la nada
que
se amontona en
el pasillo vacío,
ni siquiera hay una torre
de
periódicos viejos amarillentos.
Hundes tus cansados pies
en la arena dejándote llevar
como un reo al cadalso.
Llegan y
no te has mesado los
cabellos.
No
te has despertado aún
de este mal sueño.
No
has cogido las bolsas.
No
guardaste las pinturas
que se acabaron hace mucho,
cuando al
salir el Sol
desayunabas un triste vaso
de agua con
mucha desesperación.
Corrías buscando
lo
que a otros sobraba
para
que tu papá
llenara
su hambre contigo
mientras perdías la vista
buscando algún recuerdo
donde esconderte de esta miseria.
Han
llegado
y
sin poder subir
los
44 escalones
has
rendido tu vida,
esa
que no tenías.

