Nos guarda la memoria
las abiertas neveras
donde viven personas,
de aquellos que su padre
confirman que es el otro.
Tenemos el recuerdo de como lo evidente
mostraba a su contrario.
Aún les veo yo correr
huyendo de peligros irreales
que proyecta la mente.
Cuanto dolor y angustia
generan los trastornos:
la pérdida del alma,
el escape del yo del propio yo,
la certeza total,
el mimetismo.
La tristeza y vergüenza
por ese enajenado en fantasía
a su íntima verdad.
Donde Dios creó al hombre
a su imagen y semejanza
el barro toma forma;
de la costilla de Eva nace Dios,
Adán es la manzana, el verbo la Serpiente.