trincheras
que se mueven
en barro, ciénaga
de exiguos amantes,
en barro, ciénaga
de exiguos amantes,
de
disimulos
con hambre,
con hambre,
comiéndonos
a los muertos
que
dejaron de respirar los
días.
Hemos
arrastrado
nuestros cuerpos valientes,
con mendrugos duros,
nuestros cuerpos valientes,
con mendrugos duros,
con
latas vacías,
relamiendo mil sabores
en nuestros labios secos
encogiéndonos en lodo,
rodeados de intrépidos,
inertes sacrificios
ungidos en memorias.
Héroes.
relamiendo mil sabores
en nuestros labios secos
encogiéndonos en lodo,
rodeados de intrépidos,
inertes sacrificios
ungidos en memorias.
Héroes.
En
cada Partenón
pieles que se rozan,
los escuálidos mimos
devienen en anhelos rotos
por alambres de espino
en cada herida abierta
por desigual batalla,
frente a frente,
pieles que se rozan,
los escuálidos mimos
devienen en anhelos rotos
por alambres de espino
en cada herida abierta
por desigual batalla,
frente a frente,
cuerpo
a cuerpo,
cargando bayonetas
de ósculos de metal
sucio del cieno,
que en cada adiós
más profundo,
el limo de tus ojos
entierra a los audaces.
cargando bayonetas
de ósculos de metal
sucio del cieno,
que en cada adiós
más profundo,
el limo de tus ojos
entierra a los audaces.
Y
seguirá el
centinela
subiendo el montículo
subiendo el montículo
de
fango, o
saliendo
del charco con sus ropas
del charco con sus ropas
rotas en
tu fiero cable.