Si lo único que nos pertenece
es el tiempo,
tiraré
por la borda
todo,
nadaré
mar adentro.
Si lo único que nos pertenece
es el viento,
moldearé
un momento
sin ti.
Si lo único que nos queda
es la nada,
en barro
moldearé
tus entrañas
y soplaré
el desamor,
te haré montaña,
plantaré la semilla del silencio
para que el aire acaricie mudo
las silentes hojas
en la afónica foresta.
Lo único que no nos pertenece
es lo pretérito,
él nos robó
realmente
el tiempo
que no nos dimos.