17 junio 2024

LA CEGUERA QUE SE IMPONE



Foto de Monicaaaaa aaa: https://www.pexels.com/es-es/foto/mujer-romantico-curva-curvar-7218408/

Nunca la mar 
engaña al marinero,
en calma 
o en bravura 
es sincera.

La ola no miente
cuando envuelve
con su húmedo abrazo, 
es persistente.

Ni el remolino
se atreve a no enunciar
esa dura verdad 
cuando te engulle,
arrastrarte al frenesí, 
al incierto azar .

Solo los osados 
saben tergiversar 
las palabras, 
omitiendo el detalle,
con el ánimo 
de enterrar la ajena verdad.

El cobarde no escucha
lo que no entiende,
lo que resulta
insoportable de admitir,
le nubla el sentido 
y le lleva a ser Narciso.

Torre alta donde 
vemos a los demás 
desde la cúspide 
de nuestro cielo,
subidos en una nube 
donde no brilla
la generosidad
y donde los sentimientos 
se imponen a la dura 
realidad vasta,
de acero, lesa, 
extraña que nos levanta
de ese suelo
donde se confunde lealtad 
con lo eterno, 
lo inmutable, 
con el rechazo, 
y donde la mentira 
vence a Dios 
e impone el infierno, 
la oquedad,
ese destierro 
que cancela.

Cada cual 
con su verdad absoluta,
cada capa 
se hace un armado sayo,
cada cual es cada cual 
y los demás 
que los parta
un rayo, y el Sol
sale para quien cierra 
filas sin dudar 
ni dar la oportunidad 
a quien se atraganta, 
o no entiende 
el remolino que le engulle 
en ese mar 
no buscado y sí encontrado.

La venda en los ojos, 
el amor incondicional
mal entendido, 
que ni entiende ni es amor,
es solo obcecación, 
ceguera
y condición condicionada 
por la tiniebla
de la decepción infame.

La verdad no es absoluta, 
solo lo es Dios, 
y los narcisos 
son niños grandes, 
transductores viciados, 
interesados cronistas 
que no ven más allá 
con esa insana 
necesidad de esparcir 
la deyección 
y solo comulgan 
con ruedas de molino.

Mi verdad es la verdad,
la tuya guárdatela.