Con la indiferencia
con que se cruzan las miradas
se rozan, sin tocarse, nuestros huesos.
Con un leve murmullo
rompo la dejadez con que miras
mis rotas palabras que te buscan.
Mientras me adentro en la noche
tú buscas la luz que te aleja de mí;
queda, sin más, la esperanza tan hueca.
Paseo solitario mis pensamientos
que huyen de un mundo
donde tú sigues presente,
aunque te hayas ido, regalando
a mi mirada un amargo silencio.