19 octubre 2014

COMO UN PEZ









Igual que un rayo cruza bajo mis pies
este otoño con estruendo y lluvioso
desde el fondo del estómago,
el ardiente magma
quiere salir del volcán de los silencios
para arrasar cualquier vestigio de vida,
tu silueta, tus manos, tu frente, el sonido
de tu verbo y el Cantar de los Cantares
que citas muda en tus adentros.

Dulces y ásperos, en tu abierta granada, cada grano rojo palpita
sabores a playa, a roca, a molusco, a sentados pescadores
con la frente ajada y el salabre preparado
para asegurar la presa que se retuerce en el aire,
luchando por una vida que toca a su fin y excremento acabará.

Es el ciclo, el de nacer y amar en el medio
callar, gritar para acabar dentro o hacia fuera
de remar muriendo -  que el cuerpo,  antes -
las ideas, los sueños, los pensamientos,
los sentimientos, los recuerdos y la memoria. 








06 octubre 2014

UNA CIERTA DISTANCIA


Fotografía: Arturo Villarrubia



Porque lo pienso
paso en silencio
mirando a otra parte.

Tal vez lo calle
para no andar
de prestado

porque lo callo
para mirar
al frente
y no avistar
tu flaco flanco.

Tal vez lo piense
no sea que tropiece
y me caiga de lado

porque lo piense
y lo vea venir
sin dar pábulo
a las líneas
de tus manos.

Tal vez lo callo
para siempre
para no ir
mirando
atrás

porque
tal vez
o tal
vez
por
qué.

¿Qué pienso?
¿Qué calle
tomar
para callar
transitando
lo ya andado?

Y si ando
echando
la vista
atrás
pienso
que aún
no
he
comenzado.



05 octubre 2014

LAS ALMAS TORCIDAS


photo credit: Piutus via photopin cc



Daba la borrosa noche
cobijo a las almas
que deambulan torcidas
asiéndose con sus hombros
a otros troncos igual de doblados
como un chicle
que se estira como pensamientos
que aburren la razón
y alimentan las emociones
que nos entierran sin ataúd
en un camposanto de marasmo
y repugnancia,
miran los faros satisfechos
en su calidad de goma que se masca
dulce hasta que se escupe
con el desprecio de la abulia.

Babas, vómito en el suelo,
gritos de pavos chicos
que enseñan su plumaje
con un iPhone
en la mano aburriendo
a las pavas chicas
sin abrevadero ni barra
a la que asir sus bolsos
de mercadillo de día de domingo.

Ellas
no van
a misa,
ni ellos
comulgan
al dios
de los gentiles.

Tuercen garabatos en las aceras
con sus zapatos doblando
las esquinas como una puerta
giratoria sobre su eje sin horizonte
con el solo vértice de las palabras
que babean saliva
y jarabe sin etiqueta.

Son chicles
que alargan
las noches
de octubre
rondando
en la nada
sin nada en los bolsillos,
con el buche vacío.





04 octubre 2014

ESPUMA DE LA VENUS MUDA


Fotografía: Arturo Villarrubia



Rasga tu vista el aire,
seria como el adusto gesto
de las miradas que cortan
el hielo con solo mover 
las pestañas, como un pestillo
cerrando el tiempo en polvo
de arena tras los cristales opacos
de tus ojos devoradores
en silencios del ser y de la nada.

Salen corriendo las palabras para no ser 
cortadas por la guadaña entre tus manos
segando las razones no esgrimidas,
como el Adviento, como el secreto del poeta que enloquece
por no tener sus versos tus rimas que se rizan voluptuosas.

Se para el tiempo dejando las horas huérfanas 
de tu frente altiva como una torre,
como una atalaya que vigila el valle
donde tus flores son manantiales donde abrevan
los silencios y los gemidos rompen de la tierra los cráteres.

¡Oh Diosa! 

¿Quién sacia su sed en las orillas
de tu espuma y pronuncia silente tu nombre
rozando sus labios con los tuyos?

Siembran las estériles dunas del desierto
las mudas notas del silencio que callas 
impertérrita mojando en salitre
el estío que quema agostando las laderas de tu volcán 
las palabras huecas sin fondo:
manantial (espuma de la Venus muda)