17 abril 2015

EL TIEMPO QUE NO NOS DIMOS




Si lo único
que nos pertenece
realmente
es el tiempo,
tiro por la borda
todo y nadaré
mar adentro.

Si lo único
que nos pertenece
es el viento
reitero lo dicho,
y moldearé sin ti
un momento.

Un momento
preciso, hoy,
en el firmamento,
en un instante,
pintando el cielo
en un adiós añil,
subiendo a tu ventana
y robar el don
que no obtuvimos,
el que nunca
nos concedió
el dios gentil
al que rezas
sin fe en ti,
sin escuchar
lo que dicen
tus palabras
tan vacías,
tan llenas
de nada.

Si lo único
que nos queda
es la nada,
moldearé
en barro
tus entrañas
y soplaré
el desamor,
te haré montaña,
plantaré en ti
la semilla
del silencio
para que el aire
acaricie mudo
las silentes hojas
en tu afónica foresta.

Desde lo alto
te alimentará el Sol
con mis callados versos
de nubes, de lluvia,
de azul, de Luna.

Es lo único
que no nos pertenece,
el tiempo
que nos precede,
que nos robó
realmente
eso,
el tiempo
que no nos dimos.