27 mayo 2015

NO PASAN HAMBRE LOS CUERVOS









Se ciernen con su luto los negros cuervos
Volando desde el cielo de lo vacío,
Traen ayunos que cocinan los infiernos
Volando con las alas del largo hastío.


Arrancan con sus picos las raíces
Mirando con sus negros ojos
Mientras roban picoteando maíces,
Trigos y los menudos perojos.


¡Hambre!

¡Hambre!


-    ¡Tengo Hambre! ¡Quiero comer madre!


Los negros cuervos no pasan hambre ni avatares,
Ni quieren aprender abecedarios ni integrales,
Vuelan con el buche lleno y sus brillantes collares;
Los niños aplicados saben contar pepitas de arvejales.


¡Hambre!

¡Hambre!

 
Hambre que vacía las tripas,
Que se come las brisas,
Que se traga las salivas,
Que hace soñar rollos y arequipas.


Hambre que adelanta los sueños,
que arrastra suelas en los suelos.


Hambre que traen los cuervos negros,
los de siempre, los de los buches llenos