26 abril 2015

LLEGAS, Y LA INDIFERENCIA


photo credit: 18 B&N via photopin (license)


Llegas sin que nadie me avise,
igual que la brisa golpeando las sienes,
llegas, y te miro tarde,
sin que nada detenga este trance
que me absorbe como un remolino,
y me tira hacia el fondo de tu abismo.

Llegas sin que yo me entere,
para no ver en mis ojos el negro vacío,
para no escuchar las temibles voces
que, como un alarido,
solo quieren pronunciar tu nombre.

Llegas como los colores del Arco Iris
que, desde su curva atalaya, nos mira
como el viento frío estremeciendo mi espalda, 
como un trino, despertando cada mañana,
desde el nido, saludando el nuevo día .

Llegas para no verme, 
para que pase el silencio
entre nosotros como 
el vuelo de una alondra.