23 agosto 2016

UNA VANIDAD QUE SE ESFUMA





Se deslizan calmas las velas
en el sereno mar
y lanzan las redes a sus olas.

Levita la brisa,
y el eco
de la caracola se mezcla
con las primeras luces
del día que irrumpe entre espuma
y arena como un manto de granito
que se aferra a la lenta existencia.

Encerrado en la bóveda
pesa esta ingenuidad que se ahoga
como el mar en la orilla.

Temo dejar de respirar
y partir como la nao
que hundida encontró en la sima su puerto.

Se desliza el tiempo como un susurro
y mis dedos amarran el aire
como una vanidad que se esfuma.

Enciendo el último cigarro
y lejos la mesana guía mi destino.