17 mayo 2015

EN SILENCIO Y A DESTIEMPO









Quiero vomitar las palabras calladas
que escondidas en un volcán
eructan nuestro veneno.

Quiero arrojar abriendo amplias sangraderas
la letra abrasadora,
el verbo silente,
la hora muerta que me abre en dos
con la bruna tinta
que te nombra sin nombrarte.

Soy callado y calmo ponto
ahogando el momento
en que quise dar
el verso que me consume.

No es cierto que escondamos dos verdades:
tu tiempo y mi silencio,
ni que para todo mal
sean esas las certezas.

No es cierto que dos mitades se junten.

Antes es verdad, lo separe tu buen Dios
o el más cruel de los humanos,
que lo desgajado no hay quien lo una;
es un delirio.

Antes quiero expulsar este absurdo volar sin alas,
y remontar el río callado en que tiemblo
y que no me lleva a tu océano.

Quiero mirar otros fanales,
deshacer los espinos,
quitar al tiempo los disgustos,
borrar del silencio tus deseos,
no quiero ser Ícaro cayendo en mis despojos.

Y es, sin embargo, tan dulce la ponzoña
que a destiempo
y muda te idolatra.