Ya
las malas conciencias
con
sus excusas pueriles
no
me afectan.
Piensas que los libros
que no se abren
Piensas que los libros
que no se abren
alguien
los cierra.
Los abriles quedaron atrás.
No caben indulgencias,
ni mirarte, ¿para qué?
Para nada.
Los abriles quedaron atrás.
No caben indulgencias,
ni mirarte, ¿para qué?
Para nada.
Nada
me sabe a tan poco
aunque
te vistas de galas,
aunque
el Tony Manero
de turno te
ria las gracias,
ni que andes sobre el agua,
multipliques los peces y
el vino que fuera agua
ni que andes sobre el agua,
multipliques los peces y
el vino que fuera agua
endulce
tu baile.
¿Qué
es?
Condescendencia,
Condescendencia,
la
que sube sin subir,
la
que habla sin dialogar,
la
que da pábulo a navegantes,
la
que tiró por la borda
mi
paciencia.
¿Vuelas?
¿Vuelas?
No
te estrelles,
no te deseo
no te deseo
ningún
mal.
Tus ojos son la indiferencia
Tus ojos son la indiferencia
que me enseñaste
con
crueles silencios,
con
la esquivez,
con la sonrisa,
con la sonrisa,
encendida
o apagada,
o apagada,
en cada hoja
que pasabas sin leer.
que pasabas sin leer.
Muecas
son tus silencios.
Hay mil flores,
¡ay!, para el lince
que te sigila,
el
que siempre
se mueve acechante,
y
tú sin saber nada
de nada.
¿Piensas?
¿Piensas?
Hay quien existe
para quien no debe.
Cada
elección es otra rueda,
la
que dando vueltas gira al
revés
y que, al parar, suma dos
y dos rodando un triste tres.
y dos rodando un triste tres.
Mi alma, sí,
se silencia.
se silencia.