05 octubre 2014

LAS ALMAS TORCIDAS


photo credit: Piutus via photopin cc



Daba la borrosa noche
cobijo a las almas
que deambulan torcidas
asiéndose con sus hombros
a otros troncos igual de doblados
como un chicle
que se estira como pensamientos
que aburren la razón
y alimentan las emociones
que nos entierran sin ataúd
en un camposanto de marasmo
y repugnancia,
miran los faros satisfechos
en su calidad de goma que se masca
dulce hasta que se escupe
con el desprecio de la abulia.

Babas, vómito en el suelo,
gritos de pavos chicos
que enseñan su plumaje
con un iPhone
en la mano aburriendo
a las pavas chicas
sin abrevadero ni barra
a la que asir sus bolsos
de mercadillo de día de domingo.

Ellas
no van
a misa,
ni ellos
comulgan
al dios
de los gentiles.

Tuercen garabatos en las aceras
con sus zapatos doblando
las esquinas como una puerta
giratoria sobre su eje sin horizonte
con el solo vértice de las palabras
que babean saliva
y jarabe sin etiqueta.

Son chicles
que alargan
las noches
de octubre
rondando
en la nada
sin nada en los bolsillos,
con el buche vacío.