28 febrero 2015

CASI DE MARZO







Quietas de nieve
cien flores,
bajo el Sol
casi de Marzo,
estáticas nubes.

Media sonrisa
entre muselinas
con grises,
índigos y agrios.
Sin atrio,
grada o escalera.

Untas en óleo
tus labios
sibilantes
en un susurro,
mil besos
en un infinito
mimo.

Rozan las miradas
mi perfil
acerado
como el viento
en invierno
contando
el tiempo
en porciones
de silencio,
lacia oración
sin vocación.

Igual a una fría llama
yace tu cabello
áureo y arrogante.
Sin sílabas
se escapan
mil axiomas
y tus confines.

Miro mecerse
el cañaveral,
tan quieto 
está el naranjo.


27 febrero 2015

DETRÁS







Hay detrás 
del tragaluz
un mundo 
que se escapa
cada día, ¡ay!, 
con su candela
y cada noche 
con su umbría.

Hay detrás de tu mirada,
un frontispicio que emana 
amargura, esa piedra 
sin tallar en bruto
que solo respira 
lágrimas horadadas.

Muestran tus manos
al mundo que te circunda
un pliego de tinta 
mojada con letras 
borradas, llenando 
un deseo huero 
de candiles sin llama.

Llamas en la noche,
envuelta entre abandonadas 
sábanas al ángel,
que te aguarda lejos,

llenas en la negra 
confusión
un grito seco, 
casi mudo,
que se esconde 
con amargura
detrás de la sonrisa
que dibujas 
como un mueca.

Rompes los cristales
de cada ventana
que tras un vidrio adverso
ciega cada juventud,
esa que ansías,
tragando el tósigo
al que atónita
te has sentenciado
por no saber 
subir a lo alto 
de ese cielo
que se difumina
en borrones grises.






25 febrero 2015

A QUIEN ESPERA LA PRIMAVERA


photo credit: spring:on #3 via photopin (license)



Sigue solapada la espera tranquila
entre algodones de colores,
con la mirada perdida en el vacío
que engulle a sus hijos
como Crono cortando la generación
de su propia existencia.

Sigue en espera la venida
de una primavera a la que nadie
puede cortar en trozitos,
con la mirada extraviada
en porciones de tiempo
mientras las piernas
tiemblan al oír el vasto nombre.

¿Quién puede parar lo inevitable?
¿quién quiere poner límites a lo posible?
¿quién se revuelve en su tumba con gritos
enterrados en el abismo de la ausencia?

¿Dónde quedaron el sosiego y la paz?

Sin la paz del alma vuela como un orate
el verbo saltando zanjas como un guerrero
sorteando la muerte blandiendo la bayoneta.

Sin el sosiego las manos tiemblan
como las palabras que chocan entre si
tirando al muladar, entre despojos,
la coherencia del propio pensamiento.

Cada momento es un fragmento de tiempo
igual que la sonrisa que marca disonante
el tic-tac del reloj sin las manecillas del deseo. 


18 febrero 2015

¿ DÓNDE ESTÁ LO MÍO ?








mofa.

(De mofar).

1. f. Burla y escarnio que se hace de alguien o de algo con palabras, acciones o señales exteriores.


¿Dónde está lo mío?


Os digo a vosotros

con vuestros sombreros

que tapan la densidad

de tan preclaras ideas.


¿Dónde está lo mío?


No os imploro,

¡os lo exijo!


Los garabatos 

que presentáis

como rubricas 

y sellos de un Edicto,

piden un sacapuntas

para volver a firmar

lo ya explícito.


¡Dónde está la mío!

exclamo con la voz abierta

y sin más esperanza

que me deis

lo que por justicia,

humana y divina,

me fue dado

antes del largo parto

en el que vine al mundo

a por lo que es mío.


¡Oh lánguidas huestes,

legiones famélicas

que manifestáis

vuestra indignación

por lo que me arrebataron

estas monadas

que comen seda

y defecan en un terreno baldío!


¡Asistidme en este trance!


¡Luchad por mi

oh Hijos de San Luis,

Cien Mil!


¡Qué me den lo que es mío!


Prosapia sin alcurnia

que mi pan

se han zampado,

progenie de picas 

y corazones

que con hinchados 

bolsillos 

chupan muy finamente 

los macarrones.


En largos tragos

en cortas tardes,

alargando sin freno

su desatino,

perfuman 

sus narizotas

esnifando el buqué

de un rancio vino.


¿Cómo osáis 

no tocar

el arco-iris 

y la primavera

con las distinguidas hebras

de vuestro fino tacto?


¡Mezquinos!


¡Dónde está lo mío!





12 febrero 2015

SUBIR A TU VENTANA



Hoy no tengo ideas que plasmar en negro,
ni siquiera me apetece pensar en tu nombre
donde se contonean las olas.

No había previsto pensar en ti, 
y maldita la gracia y la hora en que te he visto,
de reojo, mirando complacida.

Ni te entiendo ni lo pretendo.

Como un libro abierto enseñas tu envés 
que habla sin decir nada que ofenda
ya que las palabras para ti han sido hechas 
para ser reverberadas como un eco infinito.

Hoy no había planeado 
subir a tu montaña para ver París
desde tu ventana ni observar la nada fijándose
entre tus manos huyendo igual que una escarcha al levantarse
el día dibujando el Sol una diana.

Hoy acabaron los maitines
y no se aclara esta morada.


08 febrero 2015

ENREDANDO





photo credit: Sculptures via photopin (license)


El día es gris mientras chirría
haciendo daño la persiana del bar.
Ya no van quienes desayunan
un café con leche, una porra y la portada
del periódico con las letras negras que manchan.

El cielo gris hiela,
y se esconden las palomas
en los huecos de las terrazas
huyendo de la noche
y de ti.
De ti que vas y vienes
con la madeja entre las manos
enredando caracoles
en tu lacio pelo mientras rezas 
con la mirada a tu dios 
que acalla tu garganta. 

El día sale a la luz del mundo que deambula,
cada cual a lo suyo.

Y mientras dibujas caracoles en tu pelo
voy enredando mi veneno en un pedacito
de papel blanco y voy soñando
que voy trepando lento tu cabello con mi cuesta
de enero y mis sueños
tan estériles de febrero.

07 febrero 2015

HAS RENDIDO TU VIDA






Llegan los señores de azul 
con la noche, escondidos
entre sombras.

Llegan para llevarte lejos 
sacando desde dentro contigo los días, 
los años que han pasado
como un fugaz pensamiento, 
como una salva de aire helado, 
como un fino corte que rasga la piel.

Llegan avisando, y sin tiempo, 
para recoger la nada
que se amontona en el pasillo 
vacío, igual que una torre
de periódicos viejos amarillentos, 
hundes tus cansados pies
en la arena dejándote 
llevar como un reo al cadalso.

Llegan y no te has 
mesado los cabellos.

No te has despertado 
aún de este mal sueño.

No has cogido las bolsas. 

No guardaste las pinturas
que se acabaron hace mucho, 
cuando al salir el Sol
desayunabas un triste vaso 
de agua con mucha desesperación,
y corrías buscando lo que a otros sobraba 
para que tu papá llenara su hambre 
contigo, mientras perdías la vista
buscando algún recuerdo 
donde esconderte de esta miseria.

Han llegado, y sin poder subir
los 44 escalones 
has rendido tu vida,
esa que no tenías.