A S.M.
Dona perfume el bollo en media luna,
el vagón se espabila
en aroma de hojaldre.
La delicia exquisita y aromada
transporta la memoria a mí niñez.
La gana desmayada se impacienta,
ata un nudo el estómago en mi boca,
me levanto a por algo que me sacie,
ando los pasillos del vagón
como si fuera el tren andén.
Tu amabilidad y tu sonrisa candorosa
doblan mi apuesta, ¡oh bella donosura!
El maná en el desierto que ofreciste
no tomé y vago ahora famélico por él.
¡Qué terrible es la timidez!
Y el no saber capturar tu grácil amanecida.
Tan correcta y simpática en tu afán
dejaste tan fina huella en esta piel.

Que boniitoo!!!😍
ResponderEliminarMuchas gracias
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