Alauda

23 noviembre 2025

Otra vez Preciosa


            Para Olalla, Marta y Francesc



Aquella madrugada en la puerta del <<Copas>>

estábamos fumando los cubatas

cegados por la sombra.


Un sin techo callejero

que andaba a cuatro patas 

delante de nosotros se paró

cegados de espesura,

su mirada de pena nos partió el corazón.


Hubo quién ordeñó una vaca

y en el cuarto de los trastos

encontró la palangana

y la llenó de rebosante leche.


Hizo el can la oportuna reverencia

con actitud tan grácil su lengua se empeñaba 

en la tarea con destreza,

la leche la sorbía a lametazos

el dócil pulguiento.


El rabo se movía 

a la noche abanicando,

el cánido miraba agradecido,

caía de sus morros la blancaza rosada 

del hambre pendiendo los mocos de un hilo.


La luz del local nos mostró 

el bello talle

tapando la noche poblada 

la diversa morada en su pelaje;

había un edén de piojos, 

de pulgas, de garrapatas flacas.


Adopté aquella noche a la Preciosa.





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