No debimos cruzar el puente
y haber tentado a la suerte
que nos lleva a la desidia,
a la desdicha de perdernos,
de ser sombra de recuerdos,
de ser imagen fija en la retina.
Y así como al nublarse el firmamento
cayó la lluvia del olvido
y al arreciar quedó un momento
estúpido y maldito.