Fotografía: https://vitalclinic.es
Con todos los males que el alma soporta
se encogen los cuerpos,
los malos sabores que amargan los labios
la sangre envenena.
La carga pesada nos para y detiene
y lento convierte el camino al andar,
así nos quedamos estáticos, fijos,
sin meta ninguna.
Parados miramos las horas que pasan
y pasan las nubes y pasan los días,
se candan los soles volviéndonos ciegos.
Dolores que aguantan los débiles cuerpos
enquistan las almas, el día se pierde
en sábanas tersas de un lecho sombrío.
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