Hace
38 años que se estrenó está película a la que me atrevo a llamar
"de culto". Está basada en la novela homónima que se publicó
en 1966.
Hay
diferencias, y muchas, entre la novela y el filme.
No deseo desvelarlas para que quien lo desee pueda leer y ver la una
y la otra.

El
control de la natalidad era otro de los temas recurrentes de la
década de los sesenta. Y así se explica que en el futuro donde se
sitúa Logan, la población al cumplir los 30 años dejaba su paso a
los “reencarnados” por mor de la clonación. Nuestro
protagonista, de hecho, se llama Logan 5.

La
película tiene, a mi modo de ver, su atractivo en el argumento,
la fotografía, la banda sonora, el vestuario y, por encima de todo,
el reparto.
La
Fugan de Logan está protagonizada por los ingleses Michael
York y Jenny Agutter. Michael York, a pesar de
interiorizar el papel y dotarle de cierto dramatismo, queda
eclipsado por una joven actriz con una belleza exquisita.
Cuando
vi esta película por primera vez era un niño. Tendría 9 o 10 años.
Sencillamente quedé prendado de la actriz inglesa que hacía
el papel de Jessica 6. Personalmente me gusta más que Ava Gadner.
Incluso más que una de las actrices secundarias de la película,
icono sexual de la época, la rubia de bellos rasgos, la malograda
Farraw Facett-Majors.
Los
otros papeles secundarios recaen en Richard Jordan, en el
papel de Francis 7 y Peter Ustinov. Como curiosidad el hijo
del director, el también inglés Michael Jordan, es otro de
los actores de esta distopía.
El
papel de Jessica
6
tiene relevancia e importancia en el argumento. Como en la canción,
Logan sin ella no
es nada.
Ella va a ser el catalizador de lo que Logan no se atrevía a
concluir en sus refllexiones en alto de cierto sentido
ontológico.

Solamente
el color de la vestimenta diferencia a los individuos según
su etapa vital. Eso sí, hay una zona de excluidos (aunque tienen el
mismo final fatal que el resto de habitantes de la Cúpula), hay
personal de mantenimiento y un cuerpo que vela por el orden, “los
vigilantes”. Logan es uno de los “vigilantes” que se
dedican a perseguir a los fugitivos. Los que huyen lo hacen
para no participar en el “Carrusel”, espectáculo público
donde quienes cumplen 30 años son volatilizados.

Solamente
unos pocos tienen la esperanza de vivir más en un lugar llamado
“Santuario”. Nadie sabe donde está, ni siquiera el mega
ordenador que se ocupa del bienestar de esa comunidad de felices
despreocupados.

La
película, sin embargo, quiere avisarnos sobre los peligros de
desviarnos de nuestra naturaleza gregaria. Sin amor no hay
compromiso. Sin compromiso no hay generación de ese vínculo
que nos inmortaliza llamado familia. Sin familia no sabemos
quienes somos al no tener un pasado que nos defina y que podamos
legar a quienes nos procedan.
La
Fuga de Logan parece anticiparse al “No Future”, eslogan del
punk que surgió por antonimia al pop, el rock y el hippismo del amor
libre y de la huida de la sociedad. Los peinados setenteros, lo
psicódelico y el ambiente de centro comercial son unas de las
particularidades de esta película.
Habrá
a quien le parezca ñoño el proceso del enamoramiento y de elegir
pasar una vida en común de los protagonistas. Pero, tal vez, sea
verdad que el amor mueva montañas, junto a la fe que Logan y Jessica
se profesan.


Una mención, aunque sea de pasada, es para los efectos especiales, en lo bueno (las ruinas del exterior son un prodigio) y lo malo (la
maqueta y el cartón piedra del interior, de la Cúpula, es
ciertamente chocante).
Vale
la pena ver La Fuga de Logan. Aunque solo sea por pensar un
poco y contemplar la belleza de una actriz solvente como lo es
Jennifer Agutter.
La
película toma referencias de otras del género, sin duda. Pero su
originalidad será eterna. Incluso Michael Bay en La Isla
toma prestadas singularidades de La Fuga de Logan. O la
más reciente In Time. Si nada lo impide en 2015
tendremos un remake de este filme protagonizado por Michael
York. Pero nada será lo mismo. Ni la fracasada serie que se hizo
años después, ni los cómics escritos por William F. Nolan (uno de los
coautores de la novela original junto George Clayton Johnson) han conseguido olvidar a dos
actores desaprovechados por la industria de Hollywood y a una
película que se encuentra entre mis, por siempre, preferidas.
No recordaba a la chica, pero si que conozco un grupo de electrónica que se llaman Jessica 6, y ahora entiendo el nombre, tampoco es que me guste el grupo, pero tiene algunas cosillas interesantes. A Michael York si que lo recuerdo como un papel frío, el hombre es que siempre ha sido como un poquito inexpresivo.
ResponderEliminarBuena reseña, sí señor.
Me suenan esos Jessica 6, pero escucharé algo de ellos. Michael York hizo una película que en su día me impresionó, La Isla del Dr. Moreau., donde la expresión de susto no se le iba.
EliminarMuchas gracias por pasarte por esta reseña.
supongo que la primera vez que la viste fue a finales de los ochenta, igual que yo. creo que un sabado por la tarde, me quede con ganas de verla, en el 94, iban a darla de madrugada, pero al dia siguiente empezaba mi segundo año de instituto. tengo muy buena memoria para las peliculas que me han gustado. conseguida por el emule. aunque no es de mis preferidas, que haya personas que digan que es mala por los efectos es indignante, se nota que los planos generales de la ciudad son maquetas. pero haber si hacen maquetas igual de buenas, desde luego es notable que vivan en un mundo tan artificial que no sepan ni lo que es el sol. y tarde en darme cuenta de que visten segun el color que marca su cristal. haciendose la vana ilusion de que volveran a nacer despues del carrusel, tal vez el autor queria referirse a la religion.
ResponderEliminarMás que religión, yo hablaría de trascendencia para volver a lo que apuntas, a esa necesidad de buscar un sentido a la vida (a la muerte como parte de aquella). A mi me sigue gustando mucho después de mucho tiempo.
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