08 marzo 2015

LA DULCE PAUTA







Hay una pauta
en la tormenta
que dibuja tu mirada.

Una línea traza las rejas
del pasado y tu rostro
magullado.

Es una escalera
de caracol sin fin,
una estación vacía sin andén.

Hay amarga hiel que se infiltra
en tu verbo desbocado 
y no se acalla.

¿Saben los poemas de amor
a una empalagosa melaza con miel?

Umbrío páramo, cien mil reveses
y aciagos pliegues rizando el rizo
en las sábanas de tu tálamo.



El fondo a ninguna parte





Llevas clavado un estigma
que embellece los espejos
rotos en forma de sortilegio,
punzante, que se hinca 
en laderas que cubre el rímel
corrido en cálidas cándidas lágrimas.

¡Cuántas alegrías fingidas!

¡Cuántas mañanas bonitas envueltas en muchas noches!

Planes, sueños que se escapan
en un saco roto.

Exceso de verbo desgarrado en un disfraz
de animosidad fingida, en el agrio
y seco vómito que ha expulsado
las tensiones de las distancias
que se rozan, de puntillas, 
en un alambre.

Ojos que buscan en las miradas
la imagen de Dios disfrazando la verdad.

El mayor error de la vida errante en un túnel,
que la muerte convierte en luz
ansiada, en la larga noche.

En los besos derramados
en el borde del cáliz
que se bebe y está vacío.
Vacío de ese amor que es impuro
porque no es amor, sino sombra
del pentagrama escrito en las palmas 
de las manos acariciando el aire.

Orillas confundidas entre mares,
arenas que alimentan
ese hambre de amor mal entendido,
espinas que no son rosas
y lo parecen.

Hay sentidos versos escondidos
tras una máscara.

Es la tragedia que inunda el fértil valle.

Es un remolino veloz que absorbe
el fondo a ninguna parte.

Mis pasos van andando en otra calle.


Sin palomitas

Fotografía: https://enfilme.com/ En las mayores de las ocasiones la ficción ya supera a lo real con la fuerza que se oculta tras la cámara. ...