Alauda

02 abril 2015

Llegas y la indiferencia


photo credit: 18 B&N via photopin (license)



Llegas a escondidas
sin avisar igual que suave brisa 
golpeando las sienes.

Eres trino que despierta 
cada mañana en el nido 
saludando el nuevo día.

Pintas colores de arcoíris
vigiando en su curva atalaya,
soplas desde lo alto
un viento frío 
que a mi espalda estremece.
 
Llevo en mis ojos 
el negro vacío,
remolino que me absorbe
al fondo de un abismo.

No escuchas el mudo eco 
que pronuncia tu nombre.

Llegas sin verme, 
pasa el silencio
entre nosotros 
como el alto vuelo 
de una alondra.



            Abril 2015-Octubre 2024





31 marzo 2015

Sale el Sol al mediodía


Fotografía: Arturo Villarrubia




Se engaña a veces la naturaleza
con un cálido llanto
arrojando las palabras.

Se hacen tus ojos tormenta
como cayendo del cielo.
Mi alma rota se desborda.

A la de veces veo en el albor
una loca simetría
entrelazada en un abrazo.

En los sueños encuentro la armonía
(vanidad de vanidades),
cuando el sol ha nacido al meridión.



            Marzo 2015-Octubre 2024







16 marzo 2015

Padre. El tuyo y el mío.




photo credit: Día del padre via photopin (license)


                                        


                                       A mi padre Paco Vivancos            


                                
                                    Muchas gracias, Jonh Madison







Me ha dicho que está colgando las sandalias,
que el tiempo no perdona.

Vacía estanterías, regala sonrisas
a los ajados libros.

Me ha dicho 
que mientras estemos aquí
cuenta conmigo por si algo preciso
y que no calle lo que me grita por dentro
como un cruel rugido.

Me ha tendido 
y cubierto con palabras tranquilas
mientras, entre mis dedos, se esfumaba 
el humo imperfecto de un cigarrillo.

Me ha abierto 
las puertas de su cielo,
ese que ni él entiende
en el que cuidaba esmerado
y daba de comer a sus nidos cada día,
sin importarle el frío enquistado en sus dedos.

Me ha ungido 
con la sangre que une en la distancia
bajando desde el azul del firmamento
(pendiendo el vínculo de un hilo), 
de sus temores, pensamientos, 
de los dolores y los regocijos.

Hoy hubiera 
ido a dejar lágrimas
si lo hubieras pedido, polvo de estrellas,
a ese ángel que dejó en tus palabras,
y en las mías,
el legado que rige tu destino 
y el mío.







06 marzo 2015

Diosa


photo credit: La diosa via photopin (license)





Sería Dios mujer de carne y hueso 
que esconde cada letra de su nombre,
ciñendo en sus cabellos la perfecta
frase y sus comas, 
pausando el tiempo, 
las velas de las horas replegando,
sorbiendo cada instante perfección
volcada en su sonrisa.

Si eres Dios con tus normas y tus reglas,
tener ansío en ti mi fe.

Eres la esquiva alondra
que bate sus alas al cielo.
Aleteas el silencio agotador 
con caricias y tus dedos agitando
en tu escondido verso las cancelas.

Eres Diosa, lo juro con un beso.




Marzo 2015-Agosto 2025


02 marzo 2015

Tus lunares blancos



photo credit: coqueta via photopin (license)





Muchas gracias a Julio Alcalá Neches
por el aporte del último verso ordenando y cerrando, 
como se debe, estos tus lunares blancos.







En la oscuridad 
tras el azul de mi cortina 
corren deprisa los hombres.
Cogen atajos al Cielo 
fingiendo existir
en su triste devenir.

Expiran palabras vacías 
que no saben a nada;
ni tan solo el verbo puede 
ser conjugado.

Suben al Cielo 
de las almas quebradas las plegarias, 
aquellas que cayeron 
y, en lugar de levantarse, 
buscaron encontrar un dios 
que doblara las campanas.

Suben su montaña 
de nubes de nieve 
y, con sus fríos pies, 
vuelven a bajar
la rota escalera 
sin encontrar nada.

Es tanto su hartazgo,
tanta miseria llevan sus pupilas.

La ceguera es virtud
como amansa la música a las fieras.

Cuando febrero ya se acaba llegan
tus blancos lunares que anuncian
la buena nueva de esta primavera.

Mis ojos cansados ansían fijar en tu aroma
un horizonte al que volver 
y poner del revés
lo que la niebla se había llevado
y desordenar lo cuidadosamente guardado.








16 febrero 2015

Has rendido tu vida





Llegan los señores de azul 
con la noche escondidos
entre sombras.

Llegan para llevarte lejos 
sacando desde dentro contigo los días, 
los años que han pasado
como un fugaz pensamiento, 
como una salva de aire helado, 
como un fino corte que rasga la piel.

Llegan avisando
sin tiempo para recoger la nada
que se amontona en el pasillo vacío, 
ni siquiera hay una torre
de periódicos viejos amarillentos.

Hundes tus cansados pies
en la arena dejándote llevar 
como un reo al cadalso.

Llegan y no te has mesado los cabellos.

No te has despertado aún de este mal sueño.

No has cogido las bolsas. 

No guardaste las pinturas
que se acabaron hace mucho, 
cuando al salir el Sol
desayunabas un triste vaso 
de agua con mucha desesperación.
Corrías buscando 
lo que a otros sobraba 
para que tu papá 
llenara su hambre contigo 
mientras perdías la vista
buscando algún recuerdo 
donde esconderte de esta miseria.

Han llegado 
y sin poder subir 
los 44 escalones 
has rendido tu vida,
esa que no tenías.



Detrás




Luz de lucernas alumbran el día
y la noche se marcha con su umbría.

Hay detrás de tu mirada
un frontispicio que emana amargura 
-esa piedra sin tallar 
que solo respiró horadadas lágrimas-.

Muestran al mundo tus manos
un pliego de tinta mojada con letras borradas 
(huero deseo tan lleno en candiles sin llama).

En la noche te abandonas esperando
en tus sábanas al ángel que te guarda.

Llenas en la negra confusión un grito seco, 
casi mudo, que se esconde con acedura
detrás de la sonrisa que dibujas con una mueca.

Rompes los cristales de cada ventana
que tras un vidrio adverso ciega la juventud,
esa que ansías, tragando el tósigo
al que atónita te has sentenciado,
por no saber subir a lo alto de ese cielo
que se difumina en grises borrones.




10 febrero 2015

Subir a tu ventana




Sin el deseo de plasmarte en negro,
vuelo lejos de ti. 
En desamor me desintegro.

Era la alígera ave
que quiso en tu ventana ver París.

Es grande mi desgana,
no me apetece memorar tu nombre.

Trisando está otro mirlo en tu ventana.



08 febrero 2015

Enredando


photo credit: Sculptures via photopin (license)




El día es gris,
chirría haciendo daño la persiana del bar.

Nadie se desayuna un café con leche, 
una porra y la portada del periódico 
de letras negras que manchan.

Hiela el cielo gris y se esconden las palomas
en los huecos de las terrazas
huyendo de la noche y de ti.

Vas y vienes con la madeja entre las manos
enredando caracoles en tu lacio pelo, 
mientras con la mirada rezas 
a tu dios que silencia las gargantas. 

Por el día salió una luz al mundo, 
mundo en que a lo suyo deambula cada cual.

Mientras caracoleas tu cabello
envuelvo en un pedazo de papel 
en blanco mi veneno y sueño que trepo la cuesta 
de enero y borro mis yermos sueños de febrero.



02 febrero 2015

¿ Dónde está lo mío ?








¿Dónde está lo mío?


Os digo a vosotros

con vuestros sombreros

que tapan la densidad

de tan preclaras ideas.


¿Dónde está lo mío?


No os imploro,

¡os lo exijo!


Los garabatos 

que presentáis

como rúbricas 

y sellos de un Edicto,

piden un sacapuntas

para volver a firmar

lo explícito.


¡¿Dónde está la mío?!

exclamo con la voz abierta

y sin más esperanza

que me deis

lo que por justicia,

humana y divina,

me fue dado

antes del largo parto

en el que vine al mundo,

a por lo que es mío.


¡Oh lánguidas huestes,

legiones famélicas

que manifestáis

vuestra indignación

por lo que me arrebataron

estas monadas

que visten seda

deyectando en terreno baldío!


¡Asistidme en este trance!


¡Luchad por mi

oh Hijos de San Luis,

Cien Mil!


¡Qué me den lo que es mío!


Prosapia sin alcurnia

que mi pan

se han zampado,

progenie de picas 

y corazones

que con hinchados 

bolsillos 

chupan muy finamente 

los macarrones.


En largos tragos

en cortas tardes,

alargando sin freno

su desatino,

perfuman 

sus narizotas

esnifando el buqué

de un rancio vino.


¿Cómo osáis 

tocar

el arcoíris 

y la primavera

con las distinguidas hebras

de vuestro fino tacto?


¡Mezquinos!


¡¿Dónde está lo mío?!




04 noviembre 2014

Tu mirada dura




photo credit: soyignatius via photopin cc




Rozaban el aire
acariciándolo
las palabras, las miradas
y los pensamientos.

Eran un trueno
despertando un tardío interés
los mil reflejos 
de tu mirada dura
(flecha atravesando en un vistazo
el vacío espacio);  
de ella veía a mi alma 
que se atrincheraba
y evitaba caer en el círculo 
que no se cierra.

Si tu eco
convertía en arena el granito,
un duro acero 
envolvía mis pensamientos.

Cada noche 
soñé despierto contigo, 
escribía un episodio
en un libro en blanco
que nunca será leído.

Con tu mirada dura 
quitabas el sentido.
Era yo un témpano 
que a la deriva 
se iba a estrellar.




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