Carbonero herrerillo
de áureo pecho,
níveo cuello y corto pico,
con bruno pensamiento
vigila, otea, mirando su norte.
Que bello momento enramándose
fisgando solitario sobre el árbol.
Arriba vuelan otros, siempre queda solo
erguido como un enraizado tronco.
Conífero párido pájaro,
paseriforme ave, amigo de encinares,
de pinares, hayedos y eucaliptales.
Es capirote sedentario
bruno y menudo,
si no localiza a la oruga
se alimenta de moras y bayas de sauco.
Hace el nido la hembra
y lo incuba,
entre el fino ramaje mira el macho;
entrambos alimentan su progenie.
Es corta la vida de la ave tan bella y sencilla.
© Joan Francesc Vivancos Gallego

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