21 agosto 2016

EL DIVINO DESTINO






Dios se hizo pústula

y esculpió el aliento con sus manos.



Dios bajó del Cielo

y pintó de nubes la perpetua edad.



Dios legó en la orilla

la mortalidad que baña nuestros pasos

y donó la vejez a lo efímero.



Dios se mofó de nosotros

y pasó de largo dejando la tormenta.



Dios se fue

y murió en nuestro intelecto

y su herencia es una torre de babel

donde nadie entiende a nadie.



Dios ascendió a su nube gris

y rezumó la lluvia ácida

que abrasa eterna

las finitas almas.



Y deshojó el amor
 
en mil embustes.




10 comentarios:

  1. siempre es un placer volver a saber de ti, hermano,te echaba de menos

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  2. Cuanto dolor dejó, como éste poema que nos brindas hoy.
    Me inundó de tristeza, no es para menos.

    Permíteme decir, que no creo en doctrinas.

    Besos, Joan.

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    1. No hay doctrina en estos versos, tan solo el triste devenir.

      Besos, Yayone

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  3. Anónimo8:46

    Me alegra verte de nuevo :)
    Besos, Joan

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  4. Bienvenido de nuevo , un abrazo

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    1. Muchas gracias María del Carmen. Un abrazo.

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  5. Sencillamente genial!!! Un abrazo Joan.

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