Muere la ola en la orilla,
en espuma susurra la nueva alborada.
Una línea traza la gaviota
al horizonte.
Delinea en su vuelo la frontera
de luz a la triste tormenta venciendo.
En agua se desliza gris la nube,
el céfiro nos mima y acaricia el silencio.
Que bello Joan...
ResponderEliminarMuchas gracias Yayone...
ResponderEliminarPrecioso, Joan.un abrazo!
ResponderEliminarMuchas gracias Clara. ¡Un abrazo!
EliminarBellísima descripción, tan sencilla y tan intensa.
ResponderEliminarGracias.
Te sonrío con el Alma.