Imagen tomada de https://es.wikipedia.org/
Fásmido deseo el que tenía
que mutaba en color de tus mejillas
de igual manera que el insecto palo
se confunde con la rama
a la orilla de los ríos.
Camuflaba mi destino con el tuyo
caminando por acrónicas veredas
del no tiempo,
tú andabas sin mochila
y mientras devoraba yo la alcana
a la sombra de la noche.
Era cierto que era tímido el suspiro de la Luna
que vaga errante sin principio y sin destino.
Era cierto que mutaba en el silencio
y la oruga parecía mariposa,
alevilla de nieve, de cal y de ceniza.
Así lo confieso volando en el techo de nubes
rozando con mis alas la cúspide del Cielo.
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