Como la cáscara de una castaña
te desnuda el fulgor de su mirada.
Igual que un hogar de barro y de caña
son su figura y alma ansiada morada.
Igual que al viento la fronda se plaña
su verbo es suave armonía afinada.
Un día sin que nada se lo impida
tu pasil cruzará a la amanecida.

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