Estático,
sujeto
al largo brazo
impertérrito,
con tres ojos
o
tres bocas
que nos hablan
con colores.
Allí
está fijo,
dándome la espalda,
dando
el alto,
avisando
tal vez.
Nos
mira para
que pasemos
con
la esperanza
en su mirada,
en
su boca
de tres ojos.
Y
allí, más alta
que la pintura
y
el metal
que conversa con tintes,
estática
y moviéndose
como un mar
flotando hoy está la Luna
tan
sola.
Siento
el silencio cerrado
de
la madrugada
mientras
sigo
con la mirada
el
ámbar, la pasión
y la esperanza.
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