photo credit: Isaí Moreno via photopin cc
Llevo
el desconcierto
A todas partes,
El
de tus palabras como excusas,
Como
piedras que pesan
Duras,
inamovibles,
Que
no caben en mi bolsillo.
Libo
del aire alientos,
Los
que no vienen de tu verbo
Que
suena igual que una melodía
Sin
pentagramas ni corcheas.
Trazas
bocetos espaciados
Sin
la mejor de las sonrisas
Y me siento
Como
el peor
De
los mortales.
¿Hay
márgenes en tus orillas?
Traigo
el desconcierto
En
mis espaldas
Como
una losa
Que
encorva
Mis
sentidos,
Se
dobla mi espinazo
Roto
Sin
entender
La
tormenta
Que
sale de tu mirada.
Gestos
que no son nada
como
una cerrada noche
sin
luna y sin estrellas,
vacío
firmamento
el que regalas:
la
nada entre la nada.
¿Fluyen
los ríos?
Si
quieren nacer los lirios
Se
marchitan en la tierra
Sin
ver la luz,
Sin
acariciar el aire,
Sin
rozar los pies
De
las abejas.
¿Por
qué siento esta pena?
...palabras como escusas que pesan como piedras...
ResponderEliminarcuánto dicho en tan poco, me ha encantado Joan, eres una fuente de inspiración y u, modelo a seguir, gracias.
Muchas gracias Juan. Tú eres para mi, una de mis fuentes. Te sigo, a pesar de faltar el tiempo para cubrir tanto y tan bueno como tú.
EliminarUn abrazo, amigo.
Las piedras serían inamovibles, todo lo contrario al efecto que causan tus palabras, que lo han removido todo en mí.
ResponderEliminarTal cual expresas es como lo sentía cuando lo escribí, como un remolino que re revuelve en si mismo ante la losa de la indiferencia.
EliminarUn beso.
Tratar a alguien con indiferencia creo que es uno de los mayores daños que se puede hacer a una persona. Pero no te preocupes, para nosotros no eres indiferente, jaja.
EliminarBesos.
El sentimiento es mutuo. Jeje.
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