Atados bajo un fanal,
como un nudo,
los besos escapan furtivos
como envueltos
en celofán
desesperados,
como un nudo,
los besos escapan furtivos
como envueltos
en celofán
desesperados,
rozando los labios
la senda del deseo
reclamando desnudez.
la senda del deseo
reclamando desnudez.
Son erguidas tallas
igual que árboles
acariciándose las ramas
sus verdes hojas.
acariciándose las ramas
sus verdes hojas.
La mirada
de soles cerrados
señala el fin
de los sexos apretados
que se hallan encontrados.
señala el fin
de los sexos apretados
que se hallan encontrados.
Queda atrás la sombra
que camina.
que camina.
La alborada la magia desvanece
con las luces primeras.
con las luces primeras.
Soplan juntos el humo de un cigarro
en el penúltimo suspiro
avistando el horizonte
sin sus nubes.
en el penúltimo suspiro
avistando el horizonte
sin sus nubes.
Quedan los amantes
claudicando verticales
ante el nuevo día.
claudicando verticales
ante el nuevo día.
Tallado en dos el árbol,
seguirán con su destino.
seguirán con su destino.
Es triste fin de la golosa crátera
resonando memoria de los besos
que son solo eso;
un beso pretérito
en un portal
sin continuidad
de subir las escaleras
y rozar la finita eternidad.
Julio 2014-Septiembre 2024
resonando memoria de los besos
que son solo eso;
un beso pretérito
en un portal
sin continuidad
de subir las escaleras
y rozar la finita eternidad.
Julio 2014-Septiembre 2024
nunca defraudas Joan
ResponderEliminarGracias por el cumplido.
EliminarLo cierto es que me satisface que te guste lo que escribo,
Un saludo y pasa un buen día (o lo que quede de él)
qué nostalgia tan ardiente, por momentos dolorosa, otros esperanzada, se desprende de tu poema. Un abrazo, Joan¡
ResponderEliminarAsí es. Siempre das en el clavo.
EliminarAunque te voy a contar como surgió este poema (es verídico):
Un sábado a las 6.00 de la mañana iba, con mi cigarrillo, dando un paseo camino de mi trabajo, y, hete aquí, que bajo la tenue luz de un fanal rodeados de oscuridad, había una pareja abrazándose. Y tal como los ví, al pasar de largo, les dediqué este poema...
Pues sí, hay muchos amantes verticales de portales oscuros, me ha encantado el titulo del poema, original, también lo son los versos, me has llevado de golpe en un viaje directo a mi adolescencia con este poema, creo que todos hemos sido alguna vez, en algún momento de nuestras vidas esos amantes furtivos. Nos leemos, Mr. Vivancos.
ResponderEliminarLa visión de aquella pareja fue muy tierna.
EliminarY sí hemos sido furtivos y verticales.
Gracias por tu comentario, me alegra que te haya gustado.