https://curadas.com/2022/09/12/las-lagrimas-lo-que-pueden-decir/
La brisa que calmaba marchará,
se irá la fina pluvia que donaba
bella el alma que otrora me ensalmaba.
Titilante estelífero se irá,
hechizo eterno que curaba el alma.
Aluzaba el camino noche y día.
Mis luceros sin luz lagrimarán,
verán sin alegría y con tristeza
la delicada figura que bella
regalaba a mi vista la alba piel;
de mi espíritu y ser pulida arista.
¿Qué saciará la sed de no tenerla?
¿La olvidará tan pronto mi memoria?
El tan lejos estar desazón es
del roto y solitario corazón.
© Joan Francesc Vivancos Gallego
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