¿Qué hizo tan mal mi suerte
tener el alma apresada en la umbría,
pareciendo la muerte
sin ver la luz del día?
Sueño que escapo y su puerta abriría
y no quedar presado
en esta cárcel, de día y de noche,
viviendo reprobado.
Llegando medianoche,
¿habrá piedad aquí que se amoroche?
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