Sangre de Judas riega la pitanza.
Sangre de Judas siembra mi alabanza.
En la velada es caldo tan gustoso,
tan dulce en boca tinto tan meloso.
Tan rico sabe vino tan hermoso,
nadie se aparta de algo tan goloso.
Yo lo enaltezco sin lugar a duda.
Deja en mi paladar glosa sesuda.
Cannolo como postre en nada es chanza,
marida con expreso. Grato poso
de epifanía en mi boca tan muda.
Calienta el Sol con fuego el agro rostro
y deja en el plantío amargo estiércol
las rejas que voltean con sus manos.
Aran clavado al suelo el azadón
larga manta que cubre el ancho valle.
Llenan sus hazas surcos de fatiga.
Plantan tan ordenados cepellones
y sudan a destajo estando erguidos.
Aja faces tan áridas la tierra
y cela el fértil campo la atalaya.
A M.A.A.
Vuelve su alteza y ocupa duro banco
concitando tan amplia compañía.
Dejando atrás prolongado descanso
comienza fastidiosa travesía.
Pantalla en mano toca con sus dedos
luces brillantes y las va apagando.
Sed que incita la larga tiramira
sacia el corto descanso en ambrosía.
<a href="http://www.foto-gratis.es">Foto Gratis</a>
Empieza la cuenta atrás
del reloj ya puesto en hora
(en sus manijas se atisba
el caro destino).
Rítmicos se reiteran los segundos.
Traza el camino ansiado el minutero
de adioses agitando los pañuelos.
Muy despacio comienzan ya mis pasos
a levantar el polvo en nueva senda
dejando a mis espaldas tantos años.
Años que se marcharon igual que un suspiro.
Despierto del letargo al mediodía,
se eleva la memoria resarcida.
Recuerda cada nombre que lo olvida
el sueño que repara cada día.
Mi mano asida infértil a la taza
que da café tan frío en mi morada.
Escribo en víspera tan regalada
y voy pintando el verso en esta plaza.
Estrofas que retumban como un eco,
eco que se rebota en la pared,
pared albar con enquistada cáscara.
Cáscara con mirada de muñeco,
muñeco envuelto en tela de una red,
red transformada en desgastada máscara.
Imagen de Pexels en Pixabay Me alejé de ti, de nosotros, consumido por las sombras de la noche, de la pálida luna seductora que meciéndo...
