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Un dulce sueño dormí entre tus brazos
sin palabras, sin relojes, sin gestos.
Sonámbulo y lento vagué
por sendas de frío y de luces apagadas,
en diciembre
que es la hoja que arranqué al calendario triste.
Es un adiós sin nada que decir,
una partida dulce sin rencor,
es una despedida sin voz, solitaria,
que atrás no mirará y que traza
un lugar, un presente en cada día,
sin las causas y efectos, sin batallas ajenas.
Los conflictos que se candan en el alma
inundan el ser de llanto amargo,
o erupciona el volcán de las palabras.
¿Si volviera la triste indiferencia
a nuestras vidas no me marcharía?
Adiós que será un violento vendaval
o silencio sellado en nuestras bocas.

mejor un "hasta luego", gran poema brother
ResponderEliminarSiempre hay margen para un hasta luego, pero también para un adiós.
EliminarMuchas gracias Bro.
Joan es muy hermoso dentro de esa melancolía del adiós que barrunta en el corazón. No te digo más. Ya sabes donde un abrazo llega si uno lo quiere. El mío marcha ya.
ResponderEliminarUn abrazo para ti y mis mejores deseos para veste año nuevo.
EliminarMejor un "hasta luego" ya que las verdaderas despedidas son demasiados tristes.
ResponderEliminarUn muy buen poema, a pesar de su tristeza pues es una gran verdad.
¡Feliz Año Nuevo!
Abrazos.
También hay despedidas que alegran el alma y el cuerpo.
EliminarAbrazos.