La fuente del Ángel Caído (Fotografía de Arturo Villarrubia)
Bailaba lento, de puntillas,
en lo alto donde los ojos
fijaban las miradas.
Un suspiro expectantes exhalaban
un hálito en el aliento, un deseo;
la aspiración en cada equilibrio.
Él miraba desde arriba
frunciendo el ceño.
Dio un mal paso y del cable resbaló.
Caía igual que un ángel
a quien Dios cortó las alas.
Sin brazos que le asieran,
se escurrió a los infiernos.
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